El Ayuntamiento de Gandia ha dado un nuevo e importante paso en su afán de recuperar SaforBici, el servicio de alquiler de bicicletas públicas de la ciudad, que actualmente se encontraba en un estado muy precario tanto en su funcionamiento como en el número de vehículos en la calle.
Desde ayer hay, en las distintas bases que están repartidas por la ciudad y la playa, un total de 150 nuevas unidades. Estas, se suman a otras 150 que quedaban en pie de la última remesa de vehículos que se estrenaron cuando aún gobernaba el PP. De ese modo, los usuarios disponen ya de un total de 300 bicicletas para hacer uso de ellas en sus desplazamientos por el casco urbano. Si bien este número está muy alejado de las 700 que había cuando se puso en funcionamiento, al menos servirá para paliar el evidente déficit que sufría actualmente. No en vano, eran constantes las quejas de los usuarios, que, sobre todo durante estos días de verano, tenían auténtica dificultad para poder encontrar bicicletas en las bases.
Con la llegada de estas 150 unidades nuevas, el consistorio resucita el servicio, aunque sea de forma provisional a la espera de que, en un plazo de unos tres o cuatro meses, se lleve a cabo la adjudicación definitiva.
Según explicó ayer el concejal de Movilidad, Xavier Ròdenas, la aportación y el coste de estas nuevas bicis va «a cuenta y riesgo de la empresa» La Bici, que es la que gestiona el servicio actualmente mediante un contrato por el que el ayuntamiento le aporta una cantidad mensual. Esto no significa que esta vaya a ser la mercantil a la que se adjudique el nuevo concurso, ya que estará abierto a todas las que lo deseen.
Si LaBici finalmente no se lleva la adjudicación, retirará estas bicicletas y las aprovechará para instalarlas en otras localidades. Lo primero que llama la atención de las nuevas bicicletas es que vuelven al inicio en lo que al color se refiere. Es decir, son rojas. Es en lo único que se parecen al resto de las que se han ido instalando en estos últimos años.
Las nuevas unidades son antivandálicas, es decir, que están pensadas para ponérselo muy difícil a aquellos que se dedican a destrozarlas. Están elaboradas solo con un tubo, no tienen soldaduras, lo que las hace más resistentes. Además, las luces delanteras y traseras están incrustadas en el propio chasis.
Las cestas, al contrario de lo que ocurría hasta ahora, son robustas y no de rejilla y su anclaje a la bicicleta es mucho más duro.
En la rueda trasera, las nuevas bicicletas disponen de unas cubiertas que serán aprovechadas para, en un futuro, instalar publicidad. De momento, como muestra, lucen una campaña institucional de espacios verdes de la ciudad.
«Practicas dictatoriales»
Ròdenas destacó el hecho de que estos vehículos estén elaborados en Tavernes de la Valldigna, concretamente por la empresa Don Hierro. «Adquirimos el compromiso de apostar por productos elaborados en nuestra tierra», dijo el edil. Los nuevos ciclos fueron presentados ayer en la base ubicada junto al Ayuntamiento. Ròdenas destacó que la recuperación del servicio era «una prioridad» para el PSPV y Més Gandia y agradeció a la empresa que se haya arriesgado con esta inversión para que Gandia pueda disponer de más bicicletas.
Por otra parte, el concejal del PP, Vicent Gregori, denunció que el Ejecutivo no había invitado a sus concejales a acudir al acto, algo que tachó de «medida dictatorial».
