Con la llegada de la crisis económica a España, el perfil de las personas que precisaban ayudas sociales para evitar caer en la exclusión empezó a cambiar a marchas forzadas. Durante los primeros años del «crack», los más damnificados fueron los inmigrantes. Personas de todas las nacionalidades llenaban las colas de los servicios sociales de los ayuntamientos y de las entidades que se dedican a la atención social de los desfavorecidos. El porcentaje de extranjeros que precisaban de apoyo superaba con creces al de españoles.
Poco a poco la balanza se fue equilibrando hasta llegar al punto de que, actualmente, según los datos que maneja el Ayuntamiento de Gandia, ya son más los españoles que solicitan acogerse a programas de ayuda que los extranjeros. En concreto, un 60 % son nacionales, la mayoría de ellos, por supuesto, vecinos de Gandia de toda la vida.
Estos datos tienen dos lecturas. Por una parte, la evidente, que ha crecido el número de familias españolas que antes de la crisis estaban acomodadas y que cuando llegaron los problemas fueron quedándose sin nada. Por otra, está el gran número de extranjeros que ha tomado el camino de regreso tras pasar importantes penurias y comprobar que no había indicios de mejora si se quedaban en Gandia.
En lo que va de año, el Ayuntamiento de Gandia ha tramitado más de 3.000 ayudas económicas a familias en riesgo de exclusión. Aquí se suman tanto las rentas garantizadas que entrega la Generalitat como las ayudas de emergencia, que salen de las arcas municipales.
Por suerte para las personas que están incluidas en estos programas de apoyo, en el último año se ha reducido considerablemente el plazo de pago hasta estar casi al día. Y ello es muy importante, puesto que ayuda a aliviar la grave situación de las familias, pese a que, eso hay que dejarlo claro, no supone una solución definitiva. Por eso, ayer, el concejal delegado de Responsabilidad Social en el Ayuntamiento de Gandia, apelaba a la implicación del sector privado. Nahuel González pedía a las empresas que tengan que contratar que piensen en las personas que llevan mucho tiempo sin empleo y se encuentran en una situación complicada.
Lo hacía aprovechando la rueda de prensa en la que anunció que más de 200 familias de la ciudad se han beneficiado hasta ahora de las ayudas para paliar la pobreza energética. En concreto, explicó, se han pagado 270 facturas desde que se puso en marcha el programa en octubre, lo que ha supuesto una inversión de más de 20.000 euros.
Las familias que solicitan estas ayudas, explicó el edil, suelen ser aquellas que tienen un saldo familiar que no supera el salario mínimo interprofesional y dentro de este perfil están las que, por circunstancias, se encuentran ya excluidas y que dependen prácticamente de las ayudas para vivir. El otro perfil de familia es aquel que hasta ahora no había tenido problemas económicos pero que, a raíz de la crisis, se encuentran en la necesidad de acudir a los servicios sociales.
También informó el edil gandiense de que la Generalitat Valenciana ha ampliado en 200.000 euros el dinero destinado a la renta garantizada. En palabras de González, esto «demuestra una voluntad por parte de la Generalitat de cumplir el pago de una ayuda tan importante».
