Entre las 4.30 y las 5 de la madrugada se produce uno de los picos de actuación más altos de los agentes de la Policía Local. Son las horas en los que cierran los pubs y los jóvenes se desplazan hasta la discotecas. Es lo que los agentes llaman «el camino de los elefantes». Y es que ese trayecto, lejos de ser tranquilo, va acompañado muchas veces por gritos, cantos y demás.

Entre las 5 y las 7 hay más calma en las calles. Con el cierre de las discotecas se repite la misma situación. Los que regresan a sus viviendas no lo hacen en silencio. Es, probablemente, cuando más se molesta a los vecinos de la playa.

t. á. c. gandia