Los índices de recuperación de la crisis que ya se dejaron entrever en la pasada Semana Santa, con cifras récord de ocupación y consumo en lo que al turismo se refiere en la comarca de la Safor, animaron a los empresarios a lanzarse a aumentar sus plantillas de personal para los meses de este verano de 2016.

No en vano, los datos que ofrece el Servicio de Empleo de la Generalitat (Servef) arrojan que el pasado mes de julio se registró la mejor cifra de contrataciones desde el año 2007, unas cifras que están en consonancia con las del paro de ese mismo periodo, que, como publicó este periódico, se situaron en su nivel más bajo desde 2010 con 15.153.

Así pues, durante el primer mes del verano 2016 hubo en total 8.805 nuevas altas. Está claro que tradicionalmente es un periodo en el que se produce un importante descenso del paro y, a su vez, se generan más contratos, sobre todo en municipios costeros, donde se necesita personal para atender los negocios relacionados con el turismo. Sin embargo, el indicativo es importante, puesto que confirma la línea ascendente de un sector que se vio muy afectado por la crisis entre los años 2009 y 2011 sobre todo.

Si a esto se le suma que el pasado junio, cuando, sobre todo en las semanas finales, las empresas empiezan a hacer acopio de personal para afrontar la campaña estival, se registró también una cifra récord para ese de 8.970 contrataciones, la comarca estará, posiblemente, en los mejores números de contrataciones en más de una década.

Solo en julio de este año hubo 248 contrataciones más que el mismo periodo que el pasado. A su vez, fueron casi 1.600 más que las del verano del 2007, que se toma como referencia porque el Servef no ofrece cifras anteriores.

Lo cierto es que desde el 2011, cuando el número de contrataciones tocó fondo con 5.970, este registro no ha dejado de crecer. En esos cinco años, el incremento en el número de altas para trabajar en julio ha sido nada menos que de 2.835. En el último lustro, la tendencia ha sido ascendiente año tras año.

De los contratos que se registraron este año, un total de 5.217, un 59,2 %, fueron hombres, y 3.588, un 40,8 %, mujeres.

Ni que decir cabe que la inmensa mayoría de las contrataciones se registraron en el sector servicios, que aglutina, entre otros, bares, restaurantes, hoteles, heladerías o comercios. Un total de 7.671 contratos, lo que en términos porcentuales significa un 87 % encontraron trabajo en algunos de estos negocios. El resto de contrataciones se llevaron a cabo en el sector agrícola (505), la construcción, que sigue acumulando datos muy bajos con 185 nuevos contratos, y la industria, que pese a ser uno de los sectores más castigados por la crisis en la comarca, vio como se realizaron 444 nuevas altas.

Alta temporalidad

Como desde hace muchos años, la cara amarga de las cifras se encuentra en el alto índice de temporalidad de los contratos que se registran, algo que, además, no ocurre solo durante el verano.

Del total de las altas suscritas en julio, un 95 %, es decir, 8.434 de 8.805 fueron temporales. Solo 371 personas tuvieron la suerte de encontrar un trabajo indefinido.

Otra cuestión negativa detrás de estos datos es que, como denuncian los sindicatos en infinidad e ocasiones, esconden prácticas poco éticas e incluso ilegales, como el hecho de dar de alta al trabajador por un número determinado de horas pero que, realmente, la jornada laboral sea mucho más larga, algo que se hace para pagar en negro una parte del salario y por los cauces legales otra más pequeña.

En todo caso, siempre es positivo que mejoren las cifras del mercado laboral, sobre todo para aquellos que llevan meses en paro, una situación que durante los años de la crisis han vivido muchas personas en la comarca de la Safor. Al mayor número de contrataciones de las empresas se suman los programas municipales y las ayudas del Estado y la Generalitat.