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La evangelización llega a la playa

Unos 60 jóvenes italianos y valencianos promueven en Gandia por tercer verano consecutivo una misión dirigida en especial a los laicos «alejados de Dios» en sintonía con los nuevos métodos propuestos por el papa Francisco y el cardenal Cañizares

La evangelización llega a la playa

Lo anunciaron como «el mejor festival del verano». Hubo sol, música, playa y un destino turístico, pero sus promotores no esperaban que los jóvenes vibraran coreando los temas del grupo «indie» de moda, sino participando reunidos en las oraciones junto a otro cabeza de cartel bien distinto: Cristo. Y además, con entrada libre. Entre los pasados días 11 y 18 de agosto, y por tercer verano consecutivo, Gandia acogió el YouHope 2016, una misión evangelizadora católica promovida por la Comunidad Abraham, fundada en Italia en 1989 y asentada en Valencia hace tres años.

Un verano más, la iniciativa se desarrolló en la parroquia de Sant Nicolau, en el distrito marítimo de Gandia. Participaron 60 jóvenes de entre 18 y 35 años, la mitad de ellos italianos, llegados desde Vicenza, una ciudad sede episcopal al noreste de Italia, en la región del Véneto. El resto eran valencianos. Aprovecharon sus vacaciones y cada uno se pagó el viaje de su bolsillo. Se alojaron en los locales parroquiales del Colegio María Ángeles Suárez de Calderón.

La particularidad de esta misión es que los jóvenes combinaron diferentes actividades deportivas y socioculturales con la oración y la evangelización por las calles. A través del anuncio kerigmático (de la salvación) y mediante música, bailes y pequeñas actuaciones teatrales invitaban a la gente a entrar en la iglesia para tener ratos de espiritualidad, hablar con los sacerdotes o incluso confesarse.

«Desde que llegamos no hemos parado», explicaba exhausta a este periódico el jueves pasado -último día de su estancia-la coordinadora del YouHope, Martina dal Sacco. El pasado sábado, día 13, realizaron una peregrinación con motivo del Año de la Misericordia desde la parroquia del Grau hasta la Colegiata de Gandia, que es templo jubilar. Hubo una parada en la Capilla de la Adoración Eucarística Perpetua, ubicada en la iglesia de Santa Clara desde marzo del año pasado. También se organizaron dos celebraciones de adoración eucarística en pleno paseo marítimo, ante centenares de turistas. El martes 16 por la noche hubo una «YouHope Party» en el jardín del templo de Sant Nicolau, desde donde hay unas privilegiadas vistas a las atarazanas y al Puerto de Gandia. El miércoles, torneos de voleibol y fútbol.

Dal Sacco afirma que los transeúntes se sorprendían por estos métodos que, ciertamente, son poco habituales en la Iglesia Católica, «pero en general han sido respetuosos con nosotros cuando nos acercábamos a entregarles algún folleto o les hablábamos de Cristo, aunque después de tres veranos viniendo ya hay más personas que nos conocen». En cuanto al mimo, se trataba de pequeñas representaciones teatrales, guionizadas por ellos mismos, donde relataban la manera en la que la fe les ayuda en su vida cotidiana.

Otras actividades de los jóvenes han sido acompañar a los usuarios del CAI Sant Francesc de Borja, gestionado por Cáritas, visitar a los franciscanos de Palma de Gandia, que atienden a enfermos, y una salida al santuario de la Mare de Déu del Castell, en Cullera.

Pero, ¿es necesario evangelizar en un país como España, al que el papa Juan Pablo II se refirió como «tierra de María»? ¿Son más religiosos los jóvenes italianos que los españoles? «No creo que haya diferencias entre países -responde Martina- es una cuestión de toda Europa, que está perdiendo sus raíces cristianas». Y añade: «No venimos a contar nada nuevo, sino a compartir el don recibido». «Ahora bien -comenta entre sonrisas- para nosotros tener al Vaticano al lado es una gran responsabilidad».

Este impulso evangelizador con un nuevo lenguaje lo propuso por primera vez el papa Juan Pablo II hace unos años en Palermo. Siguió con Benedicto XVI -especialmente en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid en 2011- y también lo ha alentado el papa Francisco. Hasta el propio cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha destacado recientemente la «urgencia» de potenciar una nueva evangelización «para una renovación de la humanidad de nuestra sociedad, en la que les corresponde, por vocación, una responsabilidad y un protagonismo a los fieles cristianos laicos», además de a los movimientos de jóvenes en la Iglesia.

Al albur de estas recomendaciones vaticanas están naciendo en muchas diócesis españolas grupos juveniles evangelizadores. En la ciudad de Valencia, además de la Comunidad Abraham, ha surgido el movimiento cristiano «Nightfever», que promueve la adoración nocturna del Santísimo.

«Ha sido un soplo de aire fresco, diferente a la manera en la que estamos acostumbrados a anunciar el Evangelio, que siempre ha sido en las catequesis o dentro de las parroquias», valora Rafael Sala, párroco de Sant Nicolau y uno de los arciprestes de la vicaría. «Aquí se cumple en verdad el deseo del papa Francisco, que quiere una Iglesia abierta y en contacto con la gente, no cerrada en sí misma».

Católicos sin complejos

Rafael Sala considera que la experiencia con los chicos ha sido «muy positiva», porque «manifiestan su condición de católicos en la vida pública desde la alegría y sin ningún tipo de vergüenza ni complejo». Al arcipreste le gustaría que este evento se consolidara todos los veranos y se organizara desde la propia archidiócesis valentina.

El resto del año la Comunidad Abraham en Valencia realiza diversas actividades, como la oración «una hora para Dios», todos los miércoles en la iglesia de Santa Catalina a las 19.15 horas y se reanudará el 7 de septiembre. El año que viene volverán a Gandia, como dice Martina, «si Dios quiere».

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