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«Lo único que queremos es vivir de una manera digna»

Pedro Gómez y María Moreno ocupan una casa sin agua ni electricidad en Beniarjó con sus tres hijas menores de edad - Creen que no encuentran trabajo porque son de etnia gitana

«Lo único que queremos es vivir de una manera digna»

Un somier y un colchón en el suelo. Así duerme cada noche la familia formada por Pedro Gómez y María Moreno y sus tres hijas de 10, 5 y tres años. Tal vez eso no es lo peor. No tienen agua y la electricidad les llega a través de un enganche que ellos reconocen que es ilegal. Ambos tienen 29 años y desde hace tres, cuando llegaron a Beniarjó, esa es su realidad diaria. Proceden de Monforte del Cid, en Alicante, municipio del que, por circunstancias familiares, se vieron forzados a irse. «Allí teníamos trabajo, nuestra casa y una vida normal, aquí no tenemos nada, nos hemos visto obligados a ocupar una vivienda», explican sentados en uno de los escasos muebles de los que disponen en la vivienda. Al menos tienen un techo bajo el que cobijar a sus pequeñas.

La casa, a primera vista, presenta buen aspecto. Eso es gracias a su esfuerzo porque no estaba así cuando llegaron. Era un derribo. «No tenía ni baño y nosotros lo hemos puesto todo». Gracias a la ayuda de amigos que han ido haciendo en el municipio tienen lo básico para vivir. Alguna mesita, dos sofás, los colchones en los que duermen, una nevera y una cocina eléctrica para preparar la comida.

Huele a limpio. El agua la toman de una fuente próxima, donde incluso han llegado a duchar a sus hijas. «Nuestra situación es mala pero nosotros vamos siempre limpios y aseados, eso que no falte», señala María. Antes estaban enganchados a la red pública pero la empresa que gestiona el servicio en Beniarjó se la cortó e incluso tapió con hormigón la arqueta para que no se volvieran a enganchar.

Las niñas van al colegio «y no faltan nunca. La maestra está encantada con mi hija mayor», explica Pedro.

En invierno tienen una chimenea que utilizan también para calentar el agua. «Ponemos el agua en un barreño delante del fuego para poder bañar a las niñas»

Su principal escollo es la falta de trabajo. Creen que el ser gitanos no les beneficia a la hora de que les contraten. «A mí me han llegado a decir que me corte la coleta porque así tendré mejor imagen», indica el chico. «Voy todos los días al Ayuntamiento a pedir trabajo», asegura. Al no tener nómina no pueden acceder al alquiler de un piso. Una entidad bancaria les concedió una ayuda de 2.500 euros para pagar una renta. Ese dinero lo tiene retenido el Ayuntamiento de Beniarjó a la espera de que encuentren una vivienda, algo que ven complicado porque creen que no podrían seguir haciendo frente al alquiler una vez se acabara ese dinero. «Lo único que queremos es vivir dignamente».

Tienen otro problema. Los vecinos no les aceptan. «Lo único que quieren es que nos vayamos», se quejan. «Eso es solo porque somos gitanos y no quieren gitanos en Beniarjó», explican. «Dicen que no hacemos nada por buscar trabajo, pero ¿ellos qué saben?, ¿saben ellos qué hago cuando cojo el autobús?», decía visiblemente molesta María.

Aseguran que «nos critican porque vamos limpios y bien vestidos. Ellos quisieran vernos sucios y desaliñados porque somos pobres y los pobres tienen que ir así», indicaba la mujer. Señalan también que siempre intentan tener un buen comportamiento para que no les puedan recriminar nada. «Tenemos miedo de dar un paso en falso porque está todo el vecindario en contra».

Ayudas para comer

Sobreviven con los algo más de 300 euros de la renta garantizada y reciben comida del banco de alimentos de Beniarjó cada quince días. Además, disponen de un cheque que les entrega el CDR para comprar en una carnicería asociada. Tienen la ayuda de la Plataforma d'Afectats per la Hipoteca para tratar de hallar una solución a su problema.

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