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Torre de Guaita: Un fugaz paisaje idílico

El entorno del BIC fue rehabilitado por el taller ocupacional pero en solo 4 meses sufre falta de mantenimiento El gobierno dice que la brigada «tiene mucho trabajo»

Torre de Guaita: Un fugaz paisaje idílico

Hace apenas cuatro meses que rehabilitación el entorno del espacio de la Torre de Guaita, en la playa de Tavernes de la Valldigna se presentó como una de las apuestas del Gobierno local como uno de los reclamos turísticos del futuro en el municipio. Era el 18 de abril y al acto acudieron autoridades locales y provinciales. Ese día, la diputada de Turismo, Pilar Moncho, dijo que «la recuperación de la Torre Guaita y la creación de la Ruta dels Sentits es un ejemplo de las acciones que queremos potenciar en las comarcas valencianas, que priorizan los recursos naturales y garantizan un turismo sostenible e inclusivo para que todas las personas puedan disfrutar de él». La responsable autonómica destacó el trabajo del taller de ocupación, que hizo posible la recuperación del espacio. Los trabajos contaron con un presupuesto de 50.000 euros, de los cuales 25.000 corresponden a la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) y la otra mitad fueron a cargo del consistorio.

Este proyecto tenía como objetivo divulgar la Torre Guaita, Bien de Interés Cultural (BIC), y también convertirla en un centro de actividades turísticas sostenibles.

Los trabajos consistieron, entre otras, en la pavimentación de los alrededores y la adecuación de las vías de acceso. Asimismo, se instalaron unas planchas de hierro que, simulando una historia en relieve, incluyen algunos parajes de Tavernes como la misma torre o la montaña de Les Creus. También se han realizado varias mejoras, como la creación de un jardín vertical, que forma parte del conjunto paisajístico de la torre.

Todo esto, además, adaptado a invidentes y pensado para convertir la Torre de Guaita y su entorno en una de las paradas de la Ruta dels Sentits, una de las grandes apuestas turísticas del Ayuntamiento para esta legislatura y más allá de la opción del sol y playa.

Unos meses después, sin embargo, el aspecto es muy diferente. La hierba ha crecido por doquier, los patos que fueron trasladados desde el lago de la Goleta no tienen agua en la balsa cercana y hay infinidad de mangueras de goteo arrancadas. Esto, además de la incesante aparición de las cañas, típicas en las balsas, que han reverdecido con los últimos episodios de lluvias.

Muchos de los turistas que recorren este emplazamiento, indignados con lo que se han encontrado, apuntaban que «esto no es lo que nos han vendido; Está sucio y dejado de la mano de Dios», comentaba Fermín, uno de los visitantes de la Torre.

Críticas al vandalismo

Este periódico se ha puesto en contacto con el Concejal de Turismo, Josep Llàcer quien asegura que, «dentro de nuestras posibilidades, no hemos abandonado esta zona para nada; Trabajamos en toda la playa y la brigada tiene mucho trabajo», indicó. El edil, sin embargo, sí que se mostró tajante a la hora de pedir «un poco de urbanidad» a aquellos que visitan la zona, ya que en muchos casos «hemos encontrado destrozos que tenemos que ir arreglando en la medida de nuestras posibilidades. El concejal de Turismo de Tavernes, así mismo anuncia que «vamos a trabajar y seguiremos invirtiendo en la zona para que sea uno de los referentes de Tavernes con un nuevo proyecto que comprenderá la iluminación de la zona y de la Torre de la Vall así como realizar más actividades relacionadas con la senda Azul que potencien esta zona de Tavernes, una clara apuesta de un turismo sostenible».

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