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Urbanismo

Gandia reinicia una urbanización fallida y plantea un bulevar al hospital

El nuevo vial desde el parque de Ausiàs March obligará a demoler en un futuro un concesionario de vehículos - El Plan de Reforma Interior afecta a más de medio millón de metros cuadrados

Gandia reinicia una urbanización fallida y plantea un bulevar al hospital

Si las prisas nunca han sido una buena consejera, en el caso de la planificación urbanística ir a contrarreloj casi siempre termina en desastre. Es lo que le ocurrió al Ayuntamiento de Gandia cuando, acuciado por la Conselleria de Sanidad, tuvo que desarrollar sin perder un minuto el polígono en el que finalmente ha quedado ubicado el hospital comarcal de la Safor. El resultado fue que, además de quedar muy lejos de la trama urbana residencial, los deficientes accesos dificultan e impiden que los ciudadanos vayan a pie hasta ese centro sanitario que tanta movilidad genera.

Por ese motivo, el actual Gobierno local está intentando tomar medidas a corto, medio y largo plazo para «unir» ese hospital con la principal ciudad a la que da servicio. Con carácter inmediato ya se está redactando un proyecto para poder mejorar los accesos mediante una inversión de 100.000 euros que se ejecutará seguramente a finales de año con dinero del Plan Confianza de la Generalitat que el anterior Gobierno local del PP dejó sin invertir.

A mucho más largo plazo, los responsables del departamento de Urbanismo han decidido aprovechar el proyecto fallido del gran proyecto urbanístico que desde hace cerca de diez años ronda por el consistorio y que afectará a toda la fachada urbana recayente al río Serpis, desde el parque de Ausiàs March hasta el complejo residencial Mirador del Serpis, situado junto al puente de acceso al polígono de Carrefour, pasando por la zona del polideportivo.

La idea, que ya se ha plasmado sobre el papel, consiste en aprovechar la reforma urbanística de todo ese espacio, que supera el medio millón de metros cuadrados, y diseñar un bulevar desde la calle Vilallonga, situada junto al parque de Ausiàs March, que llegaría hasta la misma explanada del hospital comarcal.

Un obstáculo se interpone en esa actuación. La fachada de la calle Vilallonga está llena de naves comerciales o industriales, pero aun así los técnicos han creído conveniente someter a información pública este proyecto porque interpretan que es asumible abonar la indemnización que supondrá la necesaria demolición de un concesionario de vehículos a cambio de que Gandia disponga de ese pasillo y palie en parte los deficientes accesos hacia el hospital. Ese mismo vial serviría para llegar a algunas industrias importantes de la ciudad, entre ellas las naves de Dulcesol, que también generan mucha movilidad.

La urbanización de la fachada este de Gandia, que incluye el entorno del parque Ausiàs March, las antiguas naves de Aceites la Masía y las dos fachadas de la avenida de Alacant, a ambos lados del río Serpis, fue proyectada en 2008, pero como tantas otras actuaciones similares cayó en el olvido con el estallido de la burbuja inmobiliaria y la absoluta paralización de la actividad del ladrillo. La construcción de cientos de viviendas iba a financiar todo ese proyecto fallido.

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