En la complicadísima labor de intentar que el Ayuntamiento de Gandia entre en el camino de la normalidad económica el Gobierno local no lo está teniendo fácil. A la monumental deuda heredada de los bancos, que se había dejado de pagar por orden del exalcalde del PP, Arturo Torró, se añaden las miles de facturas que se quedaron pendientes en los cajones y, ahora, las sentencias que elevan los números rojos. En total, esa administración llamada Gandia debe ahora más de 350 millones de euros. Si se divide entre sus habitantes sale a razón de 4.500 euros por persona. Se tardará cerca de veinte años en liquidarla. s. s. gandia
