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Reformas pendientes

El segundo curso del nuevo Consell abre con muchas obras pendientes

Veinte mil alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato ocupan las aulas de la Safor - En Gandia el ayuntamiento busca plaza para una decena de niños matriculados a última hora

El segundo curso del nuevo Consell abre con muchas obras pendientes

Nadie esperaba que en un año el Consell de la Generalitat solucionara, siquiera levemente, las muchas deficiencias heredadas en infraestructuras educativas que hacen que miles de alumnos de la Safor, tanto en colegios como en institutos, cursen estudios en condiciones muy precarias.

Y por eso mismo el segundo curso escolar que se inaugura bajo la responsabilidad del conseller Vicent Marzà mantiene, en la comarca de la Safor, una larguísima reivindicación de obras, algunas de las cuales se arrastran desde hace veinte años.

De forma muy gráfica lo dijo ayer la concejala de Educación de Gandia, Laura Morant, militante del Bloc, el partido de Marzà, quien refiriéndose a los alumnos del colegio de les Foies del Grau de Gandia, íntegramente formado por barracones, dijo que «debería estar prohibido que esa situación se mantenga durante diez años», como es el caso.

La lista de proyectos pendientes en la Safor es larguísima. Gandia, Tavernes de la Valldigna, la Font d'en Carròs, Palmera, Xeraco, Piles centran las demandas más urgentes en la construcción de nuevos centros de Primaria y Secundaria o en la remodelación de los que son muy antiguos.

De las pocas noticias positivas, ya se han iniciado las obras del colegio Cervantes de Gandia, valoradas en más de dos millones de euros, y por eso los alumnos deberán pasar dos cursos en los barracones instalados junto al cuartel de la Guardia Civil.

Al margen de todas esas históricas reivindicaciones, que el conseller Marzà prometió ir solucionando a medida que disponga de dinero para ejecutar las obras, el curso arrancó ayer en Infantil, Primaria y Secundaria con relativa normalidad. En toda la Safor entraron en las aulas cerca de veinte mil alumnos. Apenas entre diez y quince, en este caso en Gandia, tendrán que esperar al lunes para obtener plaza porque sus padres han esperado hasta esta misma semana para formalizar la matrícula.

A falta de inversión por parte de la Generalitat, los responsables municipales de Gandia y de Oliva hicieron balance ayer de las muchas actuaciones que, con dinero propio o de la diputación, se han llevado a cabo en los últimos meses para que los centros estén en las mejores condiciones.

En Gandia, la delegación municipal, encabezada por la alcaldesa, Diana Morant, y por la concejala de Educación, Laura Morant, estuvo en el colegio Montdúver, que ya dispone de un patio cubierto para llevar a cabo actividades protegidos del sol o de la lluvia, algo que se echaba mucho en falta.

La concejala Morant quiso destacar, en defensa de la Administración autonómica, que en Gandia ya se han pagado el 95% de las ayudas del programa Xarxa Llibres, o la mayor disposición para situar en todos los centros la plantilla de profesores necesaria para garantizar la calidad.

En Oliva, la concejala de Educación, Yolanda Pastor, señaló que durante los meses de julio y agosto se han llevado a cabo diversas obras de mejora, entre las que destacó el patio de infantil del colegio Alfadalí, que se ha sustituido la arena por un pavimento a base de hormigón que posteriormente se recubrirá con pavimento de caucho de protección y amortiguado, una actuación era una reivindicación solicitada desde hace mucho tiempo, por parte de los padres y el centro.

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