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Pego-Oliva

La extinción de las anguilas obliga a repoblar el marjal

La Generalitat repobla con alevines para evitar que la singular especie desaparezca de un espacio donde era muy abundante

La extinción de las anguilas obliga a repoblar el marjal

La anguila común europea, una de las especies más singulares de los ríos y marjales valencianos, está en una fase tan avanzada de desaparecer que hasta la Administración se ha visto obligada a actuar para evitarlo.

Una de las mejores pruebas de ello es el acto que el pasado jueves se celebró en el parque natural del Marjal de Pego-Oliva, donde la Generalitat llevó a cabo una nueva suelta de alevines de esta especie con el ánimo de que se reproduzcan y contribuyan a que la anguila vuelva a verse en este humedal, de donde es un habitante común y, hasta no hace mucho, muy abundante.

Esta repoblación es significativa porque precisamente el marjal de Pego-Oliva es uno de los espacios valencianos donde más anguila de pescaba, y es sabido que en ambas localidades el «all i pebre», un plato que incluye este escurridizo animal acuático, figura entre las exquisiteces de su gastronomía.

Estas anguilas soltadas en las aguas del marjal provienen de la piscifactoría de Tuéjar, donde se concentran las instalaciones de conservación y cría de pescados de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana. En total se realizó la suelta de 30 kilos de alevines que suponen unos mil ejemplares. La suelta se repartió entre los términos de Oliva y Pego con la participación del personal del propio Parque Natural del Marjal Pego-Oliva, los Agentes Medioambientales y la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Oliva.

La anguila europea ha visto reducida su población entre un 80 y un 90 por ciento en los últimos diez años, según han constatado los expertos que, desde hace tiempo, intentan evitar la desaparición de la especie. «Si seguimos este ritmo, la anguila se extinguirá», señaló Ignacio Giménez, uno de los veterinarios que dirigen programas para repoblar espacios valencianos, entre ellos la Albufera de Valencia.

Las anguilas europeas migran en «un viaje increíble» desde el mar de los Sargazos, en el Atlántico norte, donde depositan sus huevos bajo la protección de las algas, hasta Europa y el norte de África. Entonces remontan ríos, barrancos y marjales y se introducen en sus aguas dulces, donde crecen.

La sequía, la degradación de sus hábitats y la pesca excesiva figuran entre los factores que pueden acabar con ella.

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