¿Cómo está en la víspera de la competición y después de 14 días en Rio? ¿No está cansado?
No, en absoluto. Estoy algo inquieto y motivado.
¿Cómo será su día hasta el momento de competir?
Me levantaré a las siete, desayunaré tostadas con huevo revuelto y un vaso de leche con chocolate, después cogeremos el bus que nos llevará al estadio y allí empezaremos a calentar. Primero una vuelta para activar el cuerpo, después haremos una movilidad articular completa y ya con la jabalina realizaremos unos cuantos finales para soltar el brazo y notar buenas sensaciones. Treinta minutos más tarde entraremos en la cámara de llamada donde ya nos veremos las caras con los rivales. Desde ese momento ya estaré yo solo y mi entrenador, Juanvi Escolano, se irá a la grada. La cámara de llamada dura 1 hora y 10 minutos porque pasamos controles de ropa de competición, clavos y acreditación. A las las 10 (16 hora española) empieza la final.
¿Cuántos y quiénes son sus rivales?
Seremos siete, de los cuales los mas destacados este año son el croata Bladimis Budetic, que ya me ganó en el Europeo, y otro rival uzbeco al que no conozco. Mi marca son 62,28 metros, el croata acredita 65,78 y el uzbeco 62,41.
¿Que sería para usted hacer una buena competición?
Estar aquí ya es un premio, pero somos ambiciosos y queremos estar entre los tres primeros.
¿Pero no cree que se ha cargado con demasiada presión hablando de conseguir medallas?
Son mis primeros juegos, hablar de medallas es un sueño y dicen que los sueños se cumplen. No sabemos si será en esta ocasión o en la siguiente pero en ningún caso sería un fracaso. Se que mucha gente confia en que logre alguna, pero esto son unos juegos paralímpicos y todo puede pasar.
¿Que le han dicho su entrenador y sus compañeros de selección?
Que disfrute de mis primeros Juegos.
¿Y su familia? ¿está con usted ahí en Brasil?
Están aquí en Rio, pasamos un día juntos pero tuve que volver al trabajo y hasta el día de la prueba no los volveré. Ellos son un pilar fundamental en mi carrera. Nada podría haber sido posible sin ellos.
