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Miralles y Alonso reinventan los platos típicos de la cocina olivense

Los dos maestros cocineros elaboran sus propias creaciones de las «pebreres» o «espardenyà» Las Jornadas Gastronómicas llegan hoy a su punto álgido con el concurso de «pebreres farcides»

Miralles y Alonso reinventan los platos típicos de la cocina olivense

Una «deconstrucción» de las «Pebreres farcides», el plato típico de Oliva, realizado por Manolo Alonso, chef del Restaurante Casa Manolo de Daimús, una estrella Michelín, y cuatro platos de cocina de marjal modernizados a cargo de Evarist Miralles, mejor cocinero de España 2011, abrieron mediante un «showcoking» las novenas Jornadas Gastronómicas de Oliva.

El Centre Polivalent d'Activitats Socioculturals acogió el acto, presidido por el alcalde, David González, la concejala de Turismo, Mireia Morera, y el gerente del Patronato de Turismo de la Diputación de Valencia, el olivense Pau Pérez.

Manuel Alonso, que anunció que pondría la «pebrera farcida» en su carta, creó ante los presentes un plato en el que la base era un arroz con pimientos secado y transformado en lámina, sobre la cual fue colocando la emulsión de aceite, el tomate liofilizado, el garrofón escaldado y pelado, el azafrán, una crema de «fesols de careta», perejil frito, la «tonyina de sorra», flores de ajo y ajo negro. Dijo que estaba muy orgulloso «porque cuando vine de Madrid con mi familia yo viví en Oliva muchos años e iba al colegio Hort de Palau y esta es también mi casa».

Por su parte Evarist Miralles presentó la «cocina de subsistencia» modernizada, con un arroz con anguilas, cangrejo de río e hinojo, la «llisa» o mújol tratada en forma de sashimi japonés y también frita en un plato en el que la guarnición era un canelón de «coques de dacsa» relleno de gamba y bleda, con gambas y aguacate. Finalmente, un plato de «espardenyà» modernizado, con pato, patatas con un toque dulce de turrón, «bajoqueta» y la salsa.

El alcalde de Oliva, que citó palabras de Josep Pla sobre la gastronomía, reconoció la labor de los hosteleros olivenses y remarcó que estas jornadas «no entienden ni de edades ni de grupos, porque se dirigen a todo el mundo».

Por su parte Mireia Morera destacó la participación de muchas personas en estas jornadas y concluyó la riqueza de la gastronomía local, citando la «pebrera farcida», el «figatell» o la «gamba del Molinell».

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