En los últimos años el interés por visitar santuarios prehistóricos se ha extendido entre la población, y, en algunos casos, los ayuntamientos que han dado respuesta a esa demanda han llevado a cabo adecuaciones para facilitar la visita que han encontrado un notable éxito. Gandia es uno de esos ejemplos. No solo construyó el centro de interpretación Parpalló-Borrell en la Drova, sino que habilitó la Cova del Parpalló para visitas y miles de personas han podido entrar en una de las referencias europeas del nombre del neolítico. s. s. gandia