María José Salvador, consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, anunció ayer en una visita a Gandia que su departamento está recabando información para elaborar un nuevo mapa de concesiones a empresas que quieran cubrir líneas de autobús en distintas zonas de la Comunitat Valenciana. Y eso es, precisamente, lo que está retrasando la reposición, exigida por la Mancomunitat de la Safor, de algunos servicios suprimidos hace años, especialmente la ruta Gandia-Ontinyent-Alcoi, o las mejoras en otras líneas cuyas prestaciones no responden casi nunca a las necesidades de la mayoría de los ciudadanos.
Preguntada por Levante-EMV sobre esta polémica y por las críticas que los alcaldes de la Safor expresaron la semana pasada en un pleno de la Mancomunitat, Salvador dijo que «entiende» esas reivindicaciones, pero justificó el retraso en poner soluciones a los problemas de transporte público en la comarca en el hecho de que «nosotros queremos hacer bien las cosas».
La consellera aseguró que hace año y medio, cuando el PP abandonó el Consell de la Generalitat, se encontró con que habían caducado las autorizaciones administrativas del 80 % de las líneas de autobús que operan en la Comunitat Valenciana, y añadió que cuando los nuevos responsables del PSPV-PSOE y Compromís se pusieron a trabajar en este asunto, se encontraron con una planificación de líneas de autobús «realizada a toda prisa que reproducía esquemas que hoy no son válidos porque las necesidades de transporte público ahora no son las mismas que hace veinte años».
Por ese motivo, la consellera señaló que su departamento optó por empezar de cero y redactar lo que definió como «un nuevo mapa concesional», es decir, un diseño diferente y actualizado de los itinerarios y cómo deben funcionar las líneas de autobús que se establecerán en la Safor y en el resto de la Comunitat Valenciana.
«No compararlo con Valencia»
Dirigiéndose a los alcaldes de la Safor que mostraron su protesta la semana pasada, María José Salvador dijo, en primer lugar, que los responsables de su departamento han mantenido «muchas reuniones» con ellos, que es evidente que la redacción de un nuevo mapa de líneas de autobús «requiere de un tiempo», y, finalmente, pidió a las autoridades locales que no le reprochen el interés puesto por la Generalitat para mejorar el transporte público en el área metropolitana de Valencia, donde viven millón y medio de personas en un espacio muy reducido, con el caso de la Safor. «Ni es acertado ni es comparable», añadió la consellera, quien aseguró que, respondiendo a la petición expresada por la Mancomunitat, mantendrá una reunión con los alcaldes de la comarca para explicarles con todo detalle sus planes al respecto.
Como ha venido publicando este periódico, el deficiente servicio que presta la red de autobuses que opera en la Safor se viene arrastrando desde hace años. De hecho, ha sido un proceso de degradación constante que tuvo su punto álgido cuando, en octubre de 2014, desapareció la línea Gandia-Ontinyent-Alcoi.
