El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), ha dado por finalizadas las obras contra inundaciones en los cauces del río Alfadalí y la rambla de la Gallinera, en el término de Oliva, destinadas a reducir los efectos de las fuertes precipitaciones que, cíclicamente, se producen en esta zona y que en más de una ocasión han acabado inundando el casco urbano de Oliva.
El anuncio que Acuamed hizo público ayer sorprende por cuanto, en realidad, el proyecto contra inundaciones ha quedado a medias. Cierto es que en las últimas semanas se han abierto las compuertas del canal de trasvase desde el cauce del Alfadalí al de la Gallinera, pero también lo es que sigue «temporalmente suspendida» la ejecución de la presa de laminación que el proyecto contemplaba aguas arriba de la Gallinera, lindando ya con el término municipal de l'Atzúbia.
Según señala Acuamed, con las obras que ahora se han concluido, se reduce «considerablemente» el riesgo de que Oliva pueda sufrir inundaciones, pero el conjunto de la actuación, de más de 40 millones de euros, habría salvaguardado la ciudad de las crecidas de ambos ríos en casos de precipitaciones torrenciales y prolongadas mucho más intensas, como aquella que ocurrió hace ahora 29 años.
Respecto a lo ejecutado y puesto en funcionamiento ahora, Acuamed señala que ha sido esta semana, ante la previsión de fuertes lluvias en la zona, cuando se ha «desatascado» la compuerta que conecta el río Alfadalí con la rambla de la Gallinera. Era una exigencia del Ayuntamiento de Oliva, cuyo alcalde, David González, se ha entrevistado en varias ocasiones con responsables del ministerio de Medio Ambiente para solicitar la máxima diligencia habida cuenta la importancia que puede tener una obra así cuando llueve de forma torrencial.
De hecho, Acuamed reconoció ayer que «a instancias de una reunión entre el alcalde de Oliva y cargos del Ministerio se ha podido poner en funcionamiento el desvío de caudales Alfadalí-Gallinera, todo ello sin alterar el comportamiento hidrológico natural».
Tras definir las actuaciones a acometer, en el Consejo de Administración de Acuamed celebrado el 29 de julio de 2016 se autorizó encomendar estas obras a la empresa pública Tragsa, condicionadas a la correspondiente autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
