Enfrentamientos verbales, e incluso insultos, se escucharon ayer en las puertas de la Colegiata de Gandia cuando los feligreses que habían asistido a la misa del día del patrón de la ciudad, San Francisco de Borja, se encontraron con un grupo de unas veinte personas, que, convocadas por colectivos feministas y de homosexuales, bisexuales y transexuales, se concentraron en la plaza dels Apòstols para protestar por la presencia de Antonio Cañizares, cardenal y arzobispo de Valencia.

Los manifestantes, que reprochaban la actitud del cardenal contra el matrimonio homosexual y el movimiento feminista, proferían gritos de «fuera Cañizares», «fuera fascistas» o «fuera machistas», y dirigiéndose más directamente al arzobispo de Valencia, gritaron: «quien siembra la homofobia recoge la rabia».

Cuando salían los primeros feligreses al término de la misa, lo primero que se observó fue incredulidad y sorpresa porque pocos entendían de qué iba esa protesta. Posteriormente ya hubo quien se enfrentó a ellos, con gritos de «fuera», «increíble» o «imbéciles», y hasta hubo quien se dirigió hacia los concentrados, recriminando su «actitud provocadora» y, sobre todo, que hubiesen elegido la puerta del primer templo gandiense y la salida del un oficio religioso para su protesta. El cardenal Cañizares no se encontró con ellos, dado que salió de la Colegiata por otra puerta.

Poco después fue el clero, con el abad de la Colegiata, Ángel Saneugenio, al frente, quien se colocó ante los manifestantes pidiendo «respeto». También acudió a recriminar la actitud de los participantes el sacerdote Francisco Llorens o el director de Cáritas Interparroquial de Gandia, Eduardo Mahiques. La Policía Nacional, que identificó al menos a cinco o seis de los concentrados, vigilaba de cerca para evitar enfrentamientos físicos.

Entre quienes inicialmente estuvieron en la protesta destaca Xavier Ródenas, concejal de Més Gandia y miembro del Gobierno local, quien optó por marcharse cuando empezaron a producirse los enfrentamientos. Sí estuvo hasta el final el secretario general de Podemos de Gandia, Ángel Martín, mientras que otro concejal del Gobierno local, Nahuel González, respaldó a los concentrados. Por la tarde, el PP emitió un comunicado para condenar esta protesta de «radicales» y la presencia del concejal Ródenas.

Discreta entrada en la iglesia

La protesta se gestó a través de las redes sociales y algunos ya estaban en la plaza Major de Gandia cuando el cardenal Cañizares llegó al templo para oficiar la misa. Pese a ello, en ese momento no llevaron a cabo ninguna protesta. Ya iniciado el oficio religioso miembros de grupos feministas y LGTBI entraron en la iglesia, a unos metros de la puerta, para escuchar las palabras del arzobispo de Valencia. En su homilía Cañizares no hizo referencia alguna ni al feminismo ni al colectivo homosexual. Sí llamó a «seguir a Cristo» ante «la corrupción política y moral de la sociedad».