El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna va a cancelar el préstamo que el Gobierno de España le concedió para poder hacer frente a las facturas que quedaban en los cajones cuando arrancó la legislatura pasada (2011-2015). El Ejecutivo de Compromís ha logrado, en solo cinco años, disponer de la liquidez suficiente para quitarse de encima la que era, sin duda, su losa más pesada, los 2,7 millones que sirvieron para satisfacer a los proveedores a los que el anterior Gobierno local, del PP, dejó meses, e incluso años en algunos casos, sin pagar por sus servicios prestados.
Ese plan, al que se acogió el consistorio vallero en 2012, tenía un plazo de amortización de diez años. Sin embargo, Tavernes ha necesitado solo cinco para sacudírselo.
La cantidad que quedaba por satisfacer del préstamo ascendía a 2,1 millones de euros. ¿Cómo ha podido el consistorio vallero disponer de tal cantidad para pagarlo de golpe? Pues para ello ha echado mano al remanente líquido de tesorería que ha quedado tras la liquidación del presupuesto de 2015. Esto es, el monetario que quedó acumulado al final del ejercicio en la caja.
La primera consecuencia que tiene esta operación es la reducción de la deuda bancaria municipal al 50 % de lo que estaba cuando en 2011 Compromís cogió la riendas del consistorio. «Cuando entramos se debían 20 millones de euros y ahora hemos reducido esta cantidad a 10», apuntaba ayer a Levante-EMV el concejal de Hacienda, Perfecto Benavent. En términos más próximo al ciudadano explicaba que «hemos pasado de deber 1.111 euros por habitante a solo 550», dijo.
Esto ha sido posible gracias no solo a la cancelación del Plan de Pago a Proveedores, sino también a la devolución del préstamo de la depuradora, que sumaba unos 900.000 euros, o a la compensación de ciertos conceptos que se debían a la Diputación de Valencia, además del cumplimiento de las obligaciones financieras.
Por otra parte, explicó Benavent, el Ayuntamiento de Tavernes rebaja la ratio de endeudamiento hasta el 66 %, un porcentaje que «nos permite acceder a líneas de crédito en mejores condiciones si fuera necesario recurrir a ellas». Para el edil «dejaremos de tener el ayuntamiento secuestrado».
La parte menos amable de la operación, reconoce el edil de Hacienda, es que «deberemos ajustar más si cabe el gasto, porque vamos a desprendernos de mucho dinero», indicó.
El Ayuntamiento de Tavernes gozará a partir de ahora de una mejor posición para realizar inversiones, que, en todo caso, se estudiarán cuando se considere oportuno. Benavent también se lamentó de que «debido a la situación que nos encontramos en 2011, desde Compromís no hemos podido desarrollar nuestras políticas y nos dedicamos a pagar lo que otros gastaron».
