Agentes de paisano vigilarán, a partir de ahora, algunas zonas de la ciudad de Gandia, especialmente los parques donde habitualmente hay animales. Lo anunció ayer la concejala de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez, tras conocer que las cinco palomas que aparecieron muertas hace un mes en el parque del País Valencià, fueron envenenadas.
El resultado de la autopsia revela que las aves tenían en su organismo restos de Metomil i Imidacloprid, dos herbicidas con unas características muy especiales. Tanto es así que estos productos se comercializan de forma restringida y controlada.
Desde el Ayuntamiento apuntaron, por tanto, que, a partir de ahora, la investigación se centrará en este aspecto «para exigir responsabilidades a la persona o personas implicadas».
Así pues, además de policías de paisano, el Ayuntamiento también reforzará la seguridad destinando un mayor número de patrullas uniformadas que aumenten la presión sobre espacios de donde se considera que podrían producirse casos similares al del parque de les Esclaves.
En todo caso, desde el consistorio no descartan que más que una acción llevada a cabo por la mano del hombre con la intención de envenenar a los animales, pudiera haber ocurrido que las aves ingiriesen semillas o alimentos contaminados en algún huerto de los alrededores, ya que son productos que se utilizan para controlar plagas en diferentes tipos de cosechas como las hortalizas y frutas.
El pasado 13 de septiembre, unas vecinas hallaron los cuerpos inertes de cinco palomas en el parque del País Valencià. La Policía Local se desplazó hasta el lugar y retiró los ejemplares. Mediante carteles informativos se pidió a los dueños de animales que extremaran las precauciones en ese punto porque se sospechaba habían perecido envenenadas. El Ayuntamiento ordenó limpiar el parque.
