Sigue el equipo vallero en su mejor momento y con la victoria de ayer ya son seis partidos sin conocer la derrota, cinco victorias y un empate. Y en esta ocasión ante un rival que le puso las cosas muy difíciles y que le obligó a una victoria trabajada y meritoria, pues los visitantes demostraron hechuras de buen equipo y no se dieron nunca por vencidos.
La primera mitad tuvo un comienzo fulgurante para el equipo vallero que, en sus dos primeras llegadas al área contraria, consiguió sus dos goles, lo que parecía encarrillar el partido. El problema es que ese resultado pasa a ser engañoso si se pierde la concentración y el contrario entra en el partido, como así ocurrió.
El Calp se lanzó a un ataque consistente y prolongado, dominando la situación a partir del minuto 25, teniendo algunas ocasiones de gol, y un Tavernes que se las veía para detener el juego visitante. Aun así, la primera parte finalizó con ventaja local y un intenso trabajo de todos sus jugadores aguantando el empuje visitante.
La segunda mitad el partido empezó mucho más igualado, con un Tavernes que igualaba el juego y se acercaba con más peligro al portal visitante. El tercer gol resultó una jugada bien trenzada y ya puso las cosas muy difíciles para los visitantes, que no pudieron repetir el fuerte ritmo de la primera mitad. El Tavernes, a pesar de que los visitantes tuvieron sus llegadas y ocasiones, igual que los locales, para haber aumentado el marcador, el partido finalizó con el resultado que hace justicia a los méritos de ambos equipos, con un Tavernes que estuvo muy efectivo en sus llegadas y no se complicó la vida ante un rival que, sobre todo en la primera mitad, causó una buena impresión. Y es que no hay ningún partido fácil en una liga que parece muy igualada y con muchos equipos que aspiran a lo máximo.
