El Ayuntamiento de Gandia ha puesto en marcha la «patrulla canina», formada por agentes de la policía vestidos de paisano que vigilarán el cumplimiento de la normativa municipal y para detectar infracciones de los dueños de los perros, como la de dejar de recoger los excrementos de los animales en la vía pública.
Los policías ya están informando a los propietarios que incumplen sus obligaciones y, en caso de reincidencia, los dueños de los perros serán multados, en cumplimiento de la ordenanza municipal, con sanciones que podrán llegar a los 300 euros.
Se trata de un nuevo intento por parte del Gobierno local de frenar la proliferación de excrementos que se dejan en calles y aceras por parte, según señalaron, de una mínima parte de los propietarios de animales.
La concejala delegada de la Policía Local, Àngels Pérez, acompañada por el edil delegado de Gestión Responsable del Territorio, Xavi Ródenas, indicaron que, «desde el respeto a los animales también tenemos que fomentar el civismo y velar por el correcto comportamiento de los propietarios de perros. Por eso ponemos en marcha una campaña de concienciación y control dirigida a estas personas».
El plan de trabajo se basará en la «concienciación de la necesaria colaboración» de los dueños de perros a la hora de mantener la ciudad limpia. La intención es acabar con los comportamientos «incívicos» de algunas personas que no recogen los excrementos de sus animales en la vía pública.
«Dentro de la idea de ciudad amable que queremos, también está que todos los animales lleven su collar, la correa, tengan el correspondiente chip de identificación y estén censados, sobre todo los potencialmente peligrosos, que tienen que ser paseados por personas que los puedan controlar», indicó Pérez, quien añadió que no se tiene la intención de denunciar, pero que se hará en los casos de personas reincidentes.
En los últimos días ya se ha empezado a controlar varias zonas de la ciudad por parte de agentes de la Policía Local vestidos de paisano para detectar a los infractores. En un primer momento, los agentes controlarán a los animales y, en el supuesto de que haya irregularidades o vulneración de la ordenanza, se informará al propietario del animal de sus obligaciones. En caso de persistir en el comportamiento incívico, los agentes multarán al propietario del animal.
El concejal Ródenas explicó que «se trata de otra medida plural y transversal que afecta varios departamentos porque tiene incidencia en la convivencia».
