El pleno de Gandia acogió la noche del pasado jueves un auténtico debate sobre el uso de la violencia que, en determinados momentos, llegó a recordar a los agrios debates que se generaban contra aquellos que se negaban a condenar los atentados de la banda terrorista ETA.
En Gandia, el enfrentamiento verbal llegó a cuenta de una declaración institucional presentada por el PP y Ciudadanos que pretendía el respaldo unánime de los concejales para condenar la agresión sufrida por dos agentes de la Guardia Civil y sus respectivas novias en un bar de la localidad navarra de Alsaua.
El PP reprochó al grupo de Més Gandia, que forma parte del Gobierno local, que se negara a sumarse a la declaración y, en algún momento, el portavoz popular, Víctor Soler, lamentó que en el ayuntamiento haya concejales «que no condenan la violencia».
Le respondió inmediatamente la portavoz de Més Gandia, Lorena Milvaques, quien señaló que su partido y su grupo político «ha condenado, condena y condenará siempre cualquier acto de violencia», y explicó que, en realidad, los cinco concejales que integran Més Gandia no se sumaban a la declaración del PP y de Ciudadanos porque no compartían la totalidad del texto, donde, entre otros aspectos, se hacía mención a la celebración «con orgullo» de la fiesta del 12 de Octubre.
También los socialistas, que respaldaron el texto de la declaración, lamentaron el «uso político» que, a su entender, hizo el PP sobre esta cuestión.
