El Ayuntamiento de Oliva ha iniciado el tratamiento de la procesionaria e implantado un sistema para evitar que los estorninos se refugien del invierno en el arbolado urbano. «Estas tareas se realizan para seguir avanzando en el control de plagas y poder aplicar los tratamientos adecuados para el control de su población» señaló ayer la concejala de Salud Pública, Imma Ibiza.

El Ayuntamiento ha implantado un sistema de gestión para el control de plagas que resulta menos agresivo que los habituales para la procesionaria. Por una parte, se aplica un tratamiento preventivo con productos biológicos acompañado de un estudio de la población con la colocación de trampas. Una vez estudiada la población, se aplica el tratamiento necesario para evitar que se reproduzca.

La procesionaria es una oruga que se deposita en los pinos y que es peligrosa fundamentalmente para los perros. Este fin de semana, se han tratado fundamentalmente los colegios de primaria y los centros donde hay pinos.

El caso de los estorninos no se pretende eliminarlos sino asustarlos de las zonas urbanas. Donde se paran y dan problemas de ruido y mucha suciedad.

Se hará mediante un sistema que produce un sonido que no percibe el ser humano pero sí el ave. El ruido les resulta molesto y eso hace que no se paren en los árboles del casco urbano sigan buscando otro refugio. Los aparatos se colocarán en la carretera de Gandia, Historiador Bernardí Llorca, colegio Verge dels Desamparats, y avenida de Valencia.