El alcalde de Bellreguard, Joan Marco, del PSPV-PSOE, acusado por la Fiscalía y el PP de un delito de desobediencia al inaugurar en mayo pasado una exposición suspendida por la Junta Electoral de Zona de Gandia (JEZ), por coincidir con la precampaña electoral, señaló ayer al juez que, cuando tuvo lugar esa inauguración, desconocía que la JEZ había decretado su anulación.
Ese acto tuvo lugar el 6 de mayo pasado, dentro del ciclo de actividades «Converses de Maig», que había organizado el ayuntamiento. A la inauguración de la exposición acudieron, entre otras personas, nada menos que el presidente y la vicepresidenta del Consell de la Generalitat, Ximo Puig y Mónica Oltra, respectivamente.
Tras la denuncia del PP de realizar ese acto en la precampaña de las elecciones Generales de junio, a mediodía del mismo 6 de mayo la JEZ ordenó que se anulara el acto de inauguración, fijado para las 19 horas, pese a lo cual tuvo lugar con total normalidad, de ahí el PP solicitara a la Fiscalía que investigara un posible delito de desobediencia.
En la comparecencia de ayer ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Gandia, que lo citó en calidad de investigado, Joan Marco señaló reiteradamente que, en el momento de la inauguración, nadie le había comunicado que la JEZ había ordenado suspenderla. Marco insistió al juez que, de de haberlo sabido previamente, no se habría inaugurado la exposición, y más aún «por la concurrencia de las personas invitadas». Es más, el alcalde Marco reconoció al juez que, en días posteriores, cuando se supo que la JEZ suspendió esa inauguración antes de que se abriera, recibió «una bronca» por parte de algunos de los que acudieron, que le recriminaron que contraviniera una orden judicial.
Sin embargo, los representantes del PP, que ejerce la acusación en este caso, señalan que existen «contradicciones» en la declaración de Joan Marco porque, como ha quedado acreditado, el alcalde sabía que esa misma mañana la JEZ había solicitado información sobre la inauguración de la exposición debido a la denuncia del PP, que solicitaba suspenderla, y entiende que Marco tendría que haberse interesado por el resultado de la reunión que la JEZ celebró a las 13 horas, en la que decidió suspender el acto. En vez de eso el alcalde ha declarado que se enteró de ello al día siguiente y que durante la inauguración de la exposición nadie le dijo que esa actividad no podía llevarse a cabo.
Los próximos pasos en esta causa judicial serán las declaraciones del secretario municipal de Bellreguard, así como de un agente de la Policía Local que intervino en el intercambio de documentación sobre esa polémica exposición.
