Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los desahogos de los vecinos con la alcaldesa

La alcaldesa de Gandia tiene una lista de espera de más de 30 personas que quieren reunirse con ella para exponerle su caso También reclaman más limpieza en la vía pública

Los desahogos de los vecinos con la alcaldesa

Cuando en mayo del 2015 se produjo un vuelco en un gran número de ayuntamientos españoles, valencianos y, más concretamente de la comarca de la Safor, ya se intuía que los nuevos valores de la política que entraban a las instituciones iban a romper con muchos de los estigmas que perseguían a los representantes públicos, por culpa, dicho sea de paso, de las malas prácticas llevadas a cabo durante años.

Para los nuevos gobernantes, la primera y tal vez más importante era la de derribar el muro que, en su opinión, separaba a la ciudadanía de sus representantes. Tocaba bajar a la arena, palpar la realidad de la calle y tratar de tú a tú al ciudadano. Con la intención de cumplir con ese deseo de los vecinos, la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, abrió, una vez por semana, turno de visita para personas y asociaciones que deseaban reunirse con ella para hacerle llegar sus inquietudes.

Así, durante dos horas, Morant recibe a una media de cinco o seis visitas, aunque a veces se llega a diez. Desde que se pusiera en marcha esta iniciativa por su despacho ya han pasado 326 personas. En estos encuentros han predominado, sobre todo, dos grandes temáticas. La principal es la necesidad de trabajo. No son pocos los vecinos que reclaman a su primera autoridad una ayuda para que ellos mismos o alguien de su familia puedan acceder a un puesto de trabajo.

El otro gran asunto son las ayudas sociales. En muchos de estos casos, lo que hacen tanto la alcaldesa y su equipo es derivar a la persona al departamento municipal pertinente para que le resuelvan la situación, si es posible.

En un tercer escalón se encuentran los desperfectos en la calle, un tema que también preocupa mucho a los vecinos, así como los problemas de limpieza en la vía pública y en los parques y jardines de la ciudad.

Cada encuentro con Diana Morant suele durar entre 15 y 20 minutos, aunque a veces la visita es mucho más fugaz. Un miembro del equipo de la alcaldesa explicaba que incluso ha habido quien solo quería conocer a la primera edil, saludarla y sacarse una foto con ella.

A no ser que sea por cuestiones de agenda, Morant mantiene en su agenda semanal esa cita con los ciudadanos que quieren verla. Pese a ello, actualmente cuenta con una lista de espera de alrededor de treinta personas, que, según apuntan desde el equipo de Alcaldía «atenderemos lo más pronto posible».

Además de personas a título individual, también recibe asociaciones y entidades sociales, deportivas y vecinales. Estas solicitan ayudas, reuniones con otras administraciones y peticiones de espacios públicos para la realización de eventos diversos. Hasta el momento, Morant ha atendido a un total de 64 colectivos.

En estos casos, también se estudia cada petición para derivar a los colectivos, si es necesario, al departamento pertinente.

Además de las consultas presenciales, tanto Diana Morant como su equipo atienden centenares de cuestiones a través de las redes sociales y del correo electrónico, donde también le llegan consultas vecinales. Entre junio de 2015 y octubre de 2016, se han resuelto 2.684 cuestiones a través de estas vías de comunicación.

Al principio se atendían diez consultas diarias que llegaban por las plataformas digitales, señalan desde el entorno de Morant. En los últimos meses, las consultas se han reducido considerablemente a través de estas herramientas sociales y se resuelven alrededor de cinco al día.

Aunque parezca mentira, aún hay quien envía cartas por vía postal. El departamento de alcaldía ha recibido un total de 67 notificaciones por este mecanismo, y también mediante instancias que llegan por registro de entrada.

Desde el equipo de confianza de la alcaldesa explican que para poder reunirse con la primera edil se pide al solicitante que explique el motivo de su cita. No es para hacer una criba anterior, sino más bien por si es necesario convocar a técnicos o concejales de otro departamento para facilitar la resolución del caso. El equipo reconoce, sin embargo, que en el 85% de los casos, el vecino se niega a exponer el motivo.

Compartir el artículo

stats