El presidente del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna, Salvador Montañana, aprovechó ayer la presencia de miembros del gobierno autonómico y de la diputación para pedirles que secunden su reivindicación de mejorar los accesos a la planta de tratamiento ya que, según comentó, el actual enlace desde de la A-7 a la altura de Montortal «es, sino el peor, de los peores» que se pueden encontrar a lo largo de la autovía.

Los vehículos que abandonan la A-7 en este punto para buscar el complejo de valorización del consorcio se encuentran tras un giro de prácticamente noventa grados nada más salir de esta vía rápida con un «Stop» que les obliga a detenerse para, por otra parte, tomar un camino secundario. También resulta conflictiva la salida por este punto, especialmente al tratarse de vehículos pesados, ya que tras detenerse por completo se tienen que incorporar a un carril de aceleración-desaceleración de la siguiente salida de la propia autovía. «Haced fuerza para mejorar los accesos a la planta para evitar molestias y mejorar la fluidez del tráfico», expresó el presidente.

Por otra parte, Montañana ofreció a la conselleria las nuevas instalaciones como sede del comité de coordinación de consorcios, habilitando un amplio local que en estos momentos carece de uso, de forma que el consorcio de la Ribera-Valldigna «vehicule las políticas ambientales» de toda la Comunitat Valenciana.

Durante su intervención, el presidente del ente gestor de las basuras también expuso el proyecto de construcción de una planta de biomasa, una de las mejoras incorporadas en el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento de l'Alcúdia y la empresa gestora para cumplir la sentencia del TSJ, y pidió a la Generalitat que estudie este proyecto como una forma de colaborar en la limpieza de las montañas y para dar una salida a los restos de poda ya que se prevé utilizar este material vegetal para generar energía.