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Los expertos deploran la «falta de control» que contamina los acuíferos

Los técnicos señalan en les Corts que el uso indiscriminado de fitosanitarios está en el origen del problema - La comisión aboga por mejorar el asesoramiento y por la agricultura ecológica

Los expertos deploran la «falta de control» que contamina los acuíferos

La comisión de les Corts que investiga la contaminación de los acuíferos, un problema que afecta especialmente a las comarcas de la Safor y la Ribera, continúa buscando explicaciones. En las sesiones celebradas esta misma semana los expertos apuntaron al exceso de fertilizantes y productos fitosanitarios utilizados por los agricultores de la comarca como una de las principales fuentes de esta problemática.

Los comparecientes hicieron especial hincapié en la falta de mecanismos de control durante décadas por parte de las administraciones públicas y reprocharon igualmente la escasa información sobre las consecuencias de esta práctica que llegaba al propio sector agrícola.

Cuatro especialistas fueron las encargadas de responder a esta y otras cuestiones: Dolors Roca Ferrerfàbrega, experta en sistemas de riego y fertilización en diversos tipos de cultivo; María Dolores Raigón Jiménez, catedrática de la Universitat Politècnica de València (UPV) y gran conocedor de la agroecología y la alimentación; Enric Navarro, experto en agricultura ecológica; y Guillermo Palau Salvador, profesor de la UPV y especialista en sistemas de riego.

«Si algo ha quedado claro es que el exceso de fertilizantes ha contribuido al aumento de nitratos disueltos en el agua, los cuales generan diversas reacciones químicas en el organismo y pueden degenerar en problemas de salud», explicó Ortega.

Según los expertos, la agricultura tradicional ha actuado durante años sin mecanismos de control a la hora de utilizar productos fitosanitarios (algunos incluso prohibidos por la Unión Europea), lo que en muchas ocasiones provocaba que los árboles no los asimilaran y fueran a parar a los acuíferos. «La contaminación viene de muchos años y tenemos que pararlo ya», sentenció Ortega.

En la misma línea se pronunció la también diputada en las Corts Graciela Ferrer, quien recordó que el objetivo de la comisión es «identificar las causas del problema y hacer propuestas alternativas para reducir las fuentes de contaminación; de ahí que hayan hablado expertos en agroecología, ya que ahí podemos tener algunas respuestas».

Un problema generacional

La agricultura ecológica se presentó como un modelo más sostenible frente al cultivo tradicional, aunque tampoco se renuncia a éste. «Aunque hay una gran necesidad de formar y sensibilizar a los agricultores, debido al escaso esfuerzo de las administraciones en asesorarles durante los últimos años, una apuesta posible sería la agricultura ecológica, que goza de mecanismos de control más estrictos».

Para Ortega, si desde la Administración hoy no se adoptan las medidas para evitarlo, se estará condenando a las futuras generaciones a padecer el problema de un agua contaminada y a tener que invertir millones de euros en el tratamiento para que pueda ser potable.

Eso pasaría, en su opinión, por regular de alguna manera el uso de los productos fitosanitarios que se usan en la agricultura intensiva, propia de la comarca de la Safor, donde en las últimas décadas los productores han cambiado su forma de trabajar. En vez de labrar la tierra para evitar malas hierbas se pasó a los herbicidas, una parte del cual termina filtrándose al terreno, como ha quedado demostrado con la aparición de restos de esos productos en el agua que se capta para suministrar a Gandia.

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