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Las lluvias más importantes desde 2013 resucitan los ríos y barrancos de la Safor

Barx supera los 250 litros en los últimos cuatro días, pero de norte a sur los registros llegan a los 200 - El Vernissa, el Vaca y el Serpis recuperan caudal por primera vez en tres años - Los temporales de otoño dejan la mitad de la lluvia de todo el año

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Nuevo temporal de lluvia y viento en la provincia de Valencia

Las lluvias caídas durante toda la noche y el día de ayer, lunes, han puesto la guinda a los sucesivos temporales que han barrido la Safor y las comarcas vecinas y han dejado registros lo suficientemente significativos como para que, por primera vez en tres años, los principales ríos y barrancos de la Safor hayan recuperado caudal.

En el caso de ayer, esas precipitaciones fueron absolutamente generalizadas, de norte a sur y de a costa al interior, con registros que, en no pocos lugares, superaron con creces los cien litros por metro cuadrado.

En Barx, al cierre de esta edición ya rondaban los 175 litros que, unidos a los caídos en jornadas precedentes, superaba los 250 y, si se cuentan los registros que se han sucedido en otoño, han acumulado más de 350 litros.

No se trata de algo insólito. En Pinet, Montitxelvo, áreas del interior de Villalonga o entre Oliva y l'Atzúbia se han alcanzado cifras que, entre noviembre y diciembre, van de los 150 a los 250 litros por metro cuadrado.

Aunque se han producido algunos episodios de lluvia torrencial, durante gran parte de ese tiempo las precipitaciones han sido moderadas, lo que ha facilitado la infiltración al suelo, algo fundamental para paliar la sequía que sufre esta comarca y también las limítrofes.

Con esas lluvias, a primera hora de la tarde de ayer el Serpis recuperaba un caudal que llegaba al mar, una imagen muy significativa de la importancia de estas lluvias. Previamente ya discurría agua por el Vernissa, de hecho, desde primera hora de la mañana. Aún antes fue el Vaca y el Vadell, en la Valldigna, que recogieron las intensas precipitaciones caídas durante la noche la vertiente septentrional del macizo del Mondúber.

Caminos cortados por precaución

Entre las incidencias causadas por el temporal, otra vez hay que mirar al instituto de Xeraco. Si la pasada semana se tenían que cerrar dos aulas por la presencia de goteras, en el día de ayer el agua entró en mayor cantidad y, por seguridad, se optó por suspender las clases al menos hasta mañana. El alcalde, Francesc Serralta, señaló a este periódico que un técnico municipal ya ha emitido el informe a la Conselleria de Educación indicando que el problema está en las juntas de silicona del techo, que han perdido la estanqueidad y que tienen que ser sustituidas. La dirección del instituto y los propios técnicos del consistorio optaron por suspender las clases para los más de trescientos alumnos al detectar riesgo para la red de distribución eléctrica. También hubo goteras en otros centros docentes, como el instituto Vall de la Safor de Villalonga, aunque en este caso no se suspendieron clases.

Varios ayuntamientos de la comarca, entre ellos los de Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna, optaron por cortar algunos caminos o pasos inferiores que atraviesan cauces y así evitar el riesgo de que alguien quede atrapado, dado que esa imprudencia al volante suele ser la primera causa de daños personales, incluso de víctimas mortales, cuando se producen episodios como este.

Aspectos negativos a la situación meteorológica de ayer también se observaron en las playas, donde el temporal de levante ha arrastrado arena, especialmente en la Goleta de Tavernes de la Valldigna que, como ya informó este periódico la pasada semana, requerirá un aporte urgente para evitar que otro temporal pueda causar daños en las edificaciones de primera línea.

Un espectáculo visual

Al margen de esas incidencias y de lo negativo para algunas variedades de naranja, otra vez estas lluvias resultan beneficiosas. En muchas zonas, permiten acercar la pluviometría a la media anual. En lo que va de otoño muchos municipios han recibido la mitad de lo que han acumulado en 2016, y estas precipitaciones harán que el balance de este año no sea tan negativo como el de los precedentes. Así, ayer Barx ya superaba los 700 litros acumulados, Benifairó pasaba de los 500 y la ciudad de Gandia rondaba los 400.

Durante la jornada de ayer, numerosas personas aprovecharon para visitar espacios emblemáticos para visualizar los efectos de la lluvia. Parajes como el Clot de la Font, en Tavernes de la Valldigna, la Font Gran o la Font del Cirer, en Simat, o las emblemáticas fuentes dels Setze Xorros o de la Reprimala, en Villalonga, desbordaban agua por todas partes. El líquido llegará a otros espacios que hace años que lo necesitan, como son los marjales de Pego-Oliva y de la Safor, cuyos bajos niveles ya estaban causando alarma.

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