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Gandia aprueba el plan para «esponjar» la playa dando más altura a edificios antiguos

El ayuntamiento y la Generalitat permitirán acumular la edificabilidad levantando hasta diez plantas a cambio de dejar más espacio libre en las parcelas - La norma no prevé efectos inmediatos, pero sí cuando regrese el interés por la construcción

Gandia aprueba el plan para «esponjar» la playa dando más altura a edificios antiguos

El Ayuntamiento de Gandia quiere ofrecer más calidad urbanística a la zona antigua de su playa, aquella que empezó a construirse hace entre cincuenta y sesenta años y que está delimitada por la dársena del puerto y el gran parque del Clot de la Mota.

La imagen que actualmente presentan muchas de esas calles, con edificios que ocupan gran parte de su parcela y prácticamente pegados entre sí, no es la de una playa que se quiere promocionar por su excelencia urbanística y ambiental. Salvo en pleno verano, el aire y el sol penetran con dificultad en esas zonas, y fruto de su escaso atractivo muchos edificios se han ido degradando, dado el escaso interés de sus propietarios por invertir dinero en la revitalización.

La idea surgida de los técnicos y políticos del departamento de Urbanismo de Gandia no va a surtir efectos inmediatos pero sí pretende que, paulatinamente, esos viejos edificios de la playa antigua sean derribados y sustituidos por otros nuevos, de mayor calidad ambiental para el entorno urbano y de mayor confortabilidad para los propietarios.

El plan aprobado ahora y pendiente de que la Generalitat dé el visto bueno consiste en los llamados «estudios de detalle». Se trata de fomentar a que las comunidades de vecinos o propietarios de los inmuebles derriben lo construido hace décadas y levanten nuevos edificios que ofrezcan más espacios libres.

El ayuntamiento aprobará que los inmuebles viejos, la mayoría de los cuales no pasa de las cinco plantas, puedan concentrar toda la edificabilidad en altura, elevando el bloque hasta las diez plantas, que es el máximo autorizado por el Plan General de Ordenación Urbana de Gandia.

Esa «concentración en altura» tendría como efecto inmediato una menor ocupación de la parcela, de manera que al pie de la misma se crearían espacios abiertos, preferentemente ajardinados, lo que contribuiría al objetivo de «esponjar» esas zonas de la playa hoy densamente construidas.

Espacios abiertos privados

Obviamente, esos espacios abiertos continuarían siendo privados, pero el solo hecho de dar más aire entre unos edificios y otros supone mejorar la calidad urbanística de la zona y hacerla más confortable. El Ayuntamiento de Gandia considera que esa es una buena forma de fomentar la renovación de edificios en un horizonte temporal que abarca varias décadas.

El responsable de Urbanismo, Vicent Mascarell, señaló a este periódico que es consciente de que en estos momentos difícilmente se producirán muchas peticiones para derribar edificios y construirlos de nuevo, pero añade que lo importante es que esta norma ya esté en vigor, algo que podría ocurrir en ocho o diez meses, para cuando vuelva a haber interés de el sector inmobiliario.

Mascarell señala que no se trata de aplicar el «modelo Benidorm» en Gandia, dado que, a diferencia de la capital de la Marina Baixa, el ayuntamiento mantiene el límite de diez plantas en la playa, impidiendo que la concentración de edificabilidad pueda derivar en rascacielos como los que caracterizan la ciudad de Benidorm.

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