Jesús Viera Barranco, un agente de la Guardia Civil del destacamento de tráfico de Gandia, ha sido condecorado por el Consell con la máxima distinción que otorga la Generalitat, en este caso por ser víctima del terrorismo pero también por sus acciones meritorias llevadas a cabo en sus años de servicio en el cuerpo.

Viera, que lleva once años destinado en la capital de la comarca de la Safor, sufrió el ataque que la banda terrorista ETA perpetró en noviembre del año 1988 contra el edificio de la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid, con una bomba pegada a la garita del guarda de la entrada.

En aquel entonces, el agente Viera se encontraba realizando el servicio militar en la Guardia Civil y, tras el ataque, fue una de las personas que atendió al niño de dos años que falleció con motivo de la explosión, Luis Delgado Villalonga, hijo de un médico y una enfermera que circulaban con su coche por esa zona cuando estalló el artefacto. En el mismo ataque falleció Jaime Bilbao, directivo de Radio Televisión Española.

Este reconocimiento no se había entregado desde 2013, pese a que se implantó en 2003 mediante un decreto por el que el entonces Consell creaba la distinción.

La Distinción de la Generalitat Valenciana es la condecoración más importante que concede el Consell, como reconocimiento honorífico a personas heridas o secuestradas, y a los cuerpos de seguridad distinguidos en actuaciones contra el terrorismo.

En el caso de Jesús Viera, también le ha sido otorgada por las actuaciones meritorias y de carácter singular «que implicaron riesgo notorio, solidaridad excepcional y que superaron el estricto cumplimiento de las obligaciones policiales, salvando a personas en grave riesgo como consecuencia de catástrofe o de cualquier otra situación», apunta la orden

No es la primera vez que este agente resulta condecorado. En 2015 recibió la Insignia de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las víctimas del terrorismo en un acto presidido por el rey Felipe VI. El mismo año fue reconocido con la Medalla de oro de Protección Civil y con la Placa de reconocimiento de la Comunidad de Aragón por su meritoria trayectoria profesional y en 2016 con la Gran Cruz de Caballero de Santiago,por su trabajo en defensa de los derechos, además de su apoyo a las víctimas del terrorismo y a sus familiares.