El Ayuntamiento de Ròtova ha aprobado, con los votos a favor de los concejales del Gobierno local del PP y en contra de Compromís, los presupuestos municipales para el año 2017. Se trata, según reconoció el propio alcalde, Antonio García, de unas cuentas «austeras» y carentes de grandes partidas para inversiones.

El primer edil explicó que Ròtova no necesita ninguna infraestructura nueva porque ya se invirtió en obras en años anteriores «y ahora solo toca hacer un adecuado mantenimiento» de las mismas, dijo. Si bien, el consistorio se aprovechará de una línea de subvenciones de la Diputación de Valencia para mejorar los colectores de pluviales en la calles Barrio Virgen de la Salud y Venerable o para el asfaltado de los viales del polígono industrial. Alrededor de 120.000 euros que se invertirán durante este año.

Ròtova, por tanto, contará para 2017 con unas cuentas que prevén de salida un superávit de 3.000 euros, al contar con una previsión total de gastos de 1.183.603 euros y unos ingresos de 1.186.890. El grupo popular que gobierna el municipio asegura que se trata de unas cuentas que tienen por objetivo «controlar el gasto público, pero que al mismo tiempo reflejan el compromiso con la estabilidad presupuestaria y con la sostenibilidad financiera, así como con el límite de gasto no financiero de la administración local que establece la vigente normativa de preceptiva aplicación», señalaron.

Según García, «son unos presupuestos con el claro objetivo de hacer del Ayuntamiento de Ròtova una administración bien gestionada y solvente».

Durante el pleno de presupuestos, el concejal de Hacienda, Roberto Alonso, hizo un balance de lo que fue el año 2016. Señaló que pese a que la previsión era amortizar 213.713 euros del préstamo del Plan de Pago a Proveedores, «logramos llegar a 373.713».

Por lo que respecta a los préstamos de inversión, a parte de la amortización anual prevista de más de 120.000 euros, «hicimos una amortización anticipada de 49.088 euros, con lo que finalmente la hemos reducido en 170.284 euros, lo que supone rebajar la deuda local total en 543.997,88 euros».

Por su parte, el portavoz de Compromís, Jordi Puig, justificó el voto en contra de su grupo en la ausencia de inversiones y en que «nos mantienen sin servicios», señaló. Y es que según los nacionalistas, en Ròtova «no tenemos atención de Servicios Sociales, más que un día a la semana, no disponemos de servicio psicopedagógico para la población, el servicio de archivo continúa recortado, ni siquiera tenemos una atención mínima de ADL para poder ayudar a las personas desempleadas», apuntó Puig. Además, el portavoz de la oposición dijo «no entender» por qué el Ayuntamiento de Ròtova tiene que pagar casi 330.000 euros en préstamos, uno a largo plazo y otro a proveedores, «que, dicho sea de paso, no ha servido para finalizar ninguna gran infraestructura en el municipio, ni cine, ni palau, ni nave polivalente, ni edificio escoleta, ni polideportivo y sin escuchar propuestas alternativas».