A pesar de que las leyes obligan a que las torres y tendidos eléctricos dispongan de elementos protectores para evitar que las aves se electrocuten, siguen siendo muchas las rapaces, todas ellas protegidas, que perecen al tocar elementos en los que se elecrocutan.
Si hace unos días Levante-EMV se hacía eco de un caso ocurrido en un camino rural de Ròtova difundido por el Centre Excursionista de la localidad, precisamente para reclamar medidas de protección, ahora ha sido el Ayuntamiento de Oliva el que, a propuesta de la concejala de Medio Ambiente, Imma Ibiza, ha solicitado que la administración central inste a las empresas eléctricas a realizar trabajos de protección en las torres de media y alta tensión del término «con la intención de evitar la muerte por electrocución de muchas aves en peligro de extinción».
Dentro de la misma propuesta se ha aprobó solicitar a la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, que incluya el término municipal olivense, excepto la zona urbana y las zonas industriales, como zona prioritaria debido al elevado número de mortalidad de rapaces registrado y avalado por informes de agentes medioambientales.
Por último, se solicitará a la Diputación de Valencia, Área de Medio ambiente, que destino parte de las subvenciones que programa cada año para ejecutar trabajos de adecuación de las torres eléctricas que impidan la muerte de avifauna, y el Ayuntamiento de Oliva adopta el compromiso de estudiar, anualmente, la posibilidad de consignar una cantidad económica para poder cumplir con ese mismo precepto.
En Oliva se está registrando un elevado número de accidentes que han provocado la muerte de especies incluidas en el catálogo de aves protegidas.
En la mayoría de los casos la electrocución de esos bellos animales se produce en las líneas y torres eléctricas instaladas hasta el año 2008, dado que, con posteridad, ya es obligatorio que dispongan de elementos protectores.
