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Aficionados a los actos vandálicos

El Ayuntamiento de Gandia recibe ochenta llamadas al día advirtiendo de desperfectos, la mayoría de ellos causados voluntariamente por personas sin motivo aparente - El consistorio solicita a los vecinos que llamen a la Policía Local cuando presencien a quienes cometen este tipo de acciones

Aficionados a los actos vandálicos

El Ayuntamiento de Gandia ya no esconde su hartazgo por el tiempo y el dinero que tiene que invertir en la reparación de mobiliario urbano y otros elementos situados en la vía pública que se rompen no por su uso normal, sino porque, aparentemente, cada día hay más personas que se han aficionado a los actos vandálicos y que incrementan la factura de las reparaciones.

Según datos revelados ayer por el departamento de Servicios Básicos, cada día el ayuntamiento recibe alrededor de ochenta llamadas telefónicas de ciudadanos que dan el aviso sobre desperfectos en elementos públicos, y añade que, tras verificar el problema, se constata que muchos de ellos han sido provocados de forma intencionada «por vecinos irresponsables con el patrimonio común».

En la relación de desperfectos facilitada ayer por los operarios municipales figuran bicicletas del sistema público de alquiler tiradas al río, carteles de interpretación del paisaje del Serpis rayados y arrancados, bancos para sentarse desplazados, vertidos ilegales y papeleras arrancadas.

El ayuntamiento, impotente ante esa inusual escalada de incivismo, solicitó ayer a todos los ciudadanos que si observan algún comportamiento de este tipo, se llame por teléfono a la Policía Local (012) para intentar pillar a los autores y que respondan por sus injustificadas acciones.

En fechas previas a la pasada Navidad hubo incluso quien se llevó, o destrozó las flores de pascua que el ayuntamiento había colocado en jardineras repartidas por la ciudad. Y también los comerciantes del distrito de Roís de Corella llegaron a denunciar el robo de pequeños árboles de Navidad que habían colocado a las puertas de sus establecimientos como elementos decorativos.

El problema no es exclusivo de Gandia, pero en esta ciudad se han tenido que tomar medidas para que las bicicletas públicas de alquiler, los bancos, las papeleras y otros muchos elementos que forman parte del paisaje urbano lleven el sello de «construido a prueba de vandalismo».

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