El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna está llevando a cabo estos días una serie de trabajos con maquinaria pesada para que la playa de la Goleta tenga un aspecto parecido al que presentaba antes del tremendo temporal de mar que azotó el litoral valenciano el fin de semana del 20 al 22 de este mismo mes.
El Gobierno local ha decidido no esperar a que Costas actúe, a tenor de que, de momento, la entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente no se ha comprometido más que a volver a hacer aportaciones de arena.
Son trabajos «de urgencia» toda vez que para las arcas municipales resulta muy complicado asumir todos los daños causados por la lluvia, el viento y la acción del mar, que, según las estimaciones de los técnicos municipales, ascienden a 3 millones de euros.
Así, en los últimos días, los operarios municipales han trabajado en dos aspectos. Primero la limpieza. La empresa adjudicataria del servicio, FCC, se ha dedicado a recoger toda la arena que el mar vertió sobre las zonas urbanas, es decir, la avenida de la Marina o la urbanización Lago Azul para devolverla de nuevo al espacio que le corresponde.
La otra parte del trabajo ha consistido en la limpieza del canal que separa los términos de Tavernes y Cullera. Este se encontraba taponado por la gran cantidad de arena que el temporal arrastró hasta la parte exterior de las compuertas. «Hasta se podía pasar de una parte a otra del canal por encima de la arena que cubría el agua», explicaba la concejala.
Los operarios han retirado grandes cantidades de kilos de arena del interior del canal. El ayuntamiento se ha visto obligado a alquilar una máquina de mayor envergadura para llevar a cabo esta labor.
La arena retirada ha sido repartida entre los dos términos municipales. En el caso de Tavernes de la Valldigna, explicaba Sansaloni, los operarios han levantado un nuevo cordón dunar que sustituye al que quedó arrasado en el mismo temporal.
El consistorio ha aprovechado para revisar las compuertas y dejarlas listas por si fuera necesario abrirlas en caso de que llegara un nuevo temporal. «Estaba todo completamente bloqueado», apuntaba la edil. «Son las actuaciones que considerábamos que se debían llevar a cabo de la forma más urgente» y que se han realizado para que la playa recupere la normalidad en la medida de lo posible pero también para proteger el litoral en previsión de que pudiera llegar otro temporal.
La llevada a cabo durante los últimos días es solo una parte de la amplia labor que aún queda por hacer tanto en la playa como en el pueblo. La bravura del mar se llevó por delante duchas, fuentes, lavapiés, pasarelas, rampas para hacer accesibles los accesos a la playa, bancos y juegos infantiles. Pero también por los envites del viento y la lluvia han sufrido importantes daños caminos rurales, señalización horizontal, espacios públicos como el cementerio, etc. El coste de reparar todas estos elementos no podrá asumirlo el Ayuntamiento.
La Agència Valenciana de Turisme (AVT), según expuso ayer la concejala, está estudiando abrir algún tipo de ayudas económicas para que la playa recupere las infraestructuras perdidas durante el temporal, pero mientras, «no podemos esperar. Si llegan, bien, si no, actuaremos igual, porque no podemos estar esperando a que alguien nos adelante el dinero», señalaba Llum Sansaloni. El Gobierno ha defendido que todo el litoral estará listo para la próximo Semana Santa.
