El singular auditorio multiusos integrado en la plaza Baladre que fue concebido para dinamizar el turismo de congresos y celebraciones en la playa de Gandia quedará finalizado en un mes. La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, y la vicealcaldesa, Lorena Milvaques, anunciaron ayer, junto al arquitecto municipal que ha diseñado este edificio y el responsables de la empresa OHL, que ejecuta los trabajos.
El auditorio, con capacidad para mil personas de pie y más de setecientas sentadas, es mucho más que eso, dado que allí podrán celebrarse conciertos, congresos y todo tipo de celebraciones.
Si bien la obra propiamente dicha estará acabada en un mes, todavía queda una última fase de acondicionamiento del espacio circundante, que integrará la plaza y los jardines con la mole construida. La alcaldesa de la ciudad explicó que, para evitar obras en la playa en pleno verano, esa actuación comenzará en otoño próximo, de manera que la previsión es abrir este complejo a principios de 2018 después de haber invertido casi dos millones de euros.
El auditorio fue una de las actuaciones más importantes diseñadas por el anterior Gobierno local del PP y financiadas, en parte, con el Plan Confianza de la Generalitat. Las obras se iniciaron en 2014, pero quedaron paralizadas durante mucho tiempo debido a las discrepancias entre la empresa adjudicataria y el ayuntamiento. Superada esa cuestión, ahora solo quedan los remates.
Iñaki Belda, arquitecto municipal autor de un proyecto de referencia para la playa y para el conjunto de la ciudad de Gandia, explicó a este periódico algunas de las características del mismo. Lo más llamativo es la cubierta ajardinada y pisable con dos aceras perimetrales. El núcleo de la obra, con enormes entradas acristaladas recayentes a las calles del Camp de Morvedre y de la Rioja, quedará oculto por los jardines con montículos que lo circundan. Así también se amortigua el sonido que pueda salir cuando se celebren acontecimientos con altavoces.
En el interior se encuentra la gran «tripa» de 1.300 metros cuadrados que puede dividirse en tres espacios gracias a modernos sistemas de paneles móviles. El techo, de madera, recrea las olas del mar, indicó el arquitecto autor.
Tras su recorrido por los distintos espacios, Diana Morant y Lorena Milvaques dijeron que este es un edificio «con la clara pretensión de desestacionalizar el turismo de la playa», y coincidieron en señalar que llenará un importante vacío en la oferta de la ciudad.
Además, su puesta en funcionamiento, dentro de un año, situará a Gandia en el mapa del llamado turismo de congresos, algo en lo que Diana Morant ya está trabajando al incluir a la ciudad en la plataforma Gandia Convention Bureau. Según dijo ayer la alcaldesa, aún se está estudiando qué modelo de gestión se aplicará en ese edificio municipal para que el sector público y el privado le saquen el máximo provecho.
