Tras leer la noticia sobre el polígono Sanxo Llop publicada en el Levante-EMV el 31 de enero, los propietarios de los terrenos queremos expresar que hemos sufrido un verdadero calvario desde el comienzo del proyecto, hace ya más de diez años. Desde el principio, este no ha sido un polígono al uso, y es importante manifestar su singularidad.

Las pérdidas en terreno que hemos sufrido superan el 80%, una cifra inusualmente elevada, ya que nos exigieron ceder gratuitamente los terrenos que ocupa el hospital y los del tramo de autovía que transcurre junto al polígono (que unirá próximamente la redonda de Bellreguard con el Grau). Fueron muchos metros, pero se nos dijo que era necesario que toda la superficie del hospital, y la del tramo de autovía, debía ser aportada por el polígono. Además, los costes de la urbanización (adjudicada a la empresa Aprusa), fueron sorprendentemente elevados para un polígono de este tipo, lo cual aún redujo más el tamaño de nuestras parcelas finales.

En su momento asumimos todos esos sacrificios porque el Ayuntamiento de Gandia de entonces tenía interés en la rápida ejecución del proyecto, ya que el nuevo hospital comarcal era de una gran necesidad para Gandia y toda la Safor. Pero nuestra sorpresa llegó cuando el hospital se inauguró, las elecciones pasaron? y el polígono detuvo sus obras porque la empresa adjudicataria manifestó que no tenía fondos para proseguir con ellas. Desde entonces, nadie nos ha dado una solución.

Próximamente se va a inaugurar la mencionada autovía, construida sobre terrenos cedidos por nosotros, y de nuevo se nos dice que Aprusa no puede finalizar las obras del polígono, y el ayuntamiento, dado que el aval del promotor existente actualmente es insuficiente, tampoco puede hacerse cargo de ellas al estar en una situación financiera desesperada.

Llevamos diez años de retraso sobre la fecha prometida de entrega de las parcelas. Diez años sin tener nuestros huertos, que fueron arrasados en cuanto se inició el polígono. Diez años poniendo dinero para pagar las obras realizadas. Diez años de sacrificios y seguimos sin tener ninguna perspectiva de que a cambio se nos dé lo prometido: nuestras parcelas.

Gandia tiene el nuevo hospital, que verdaderamente se merece, que todos pueden utilizar y disfrutar de una digna y adecuada atención sanitaria.

Gandia tendrá una autovía que facilitará los accesos al puerto y playa, que todos podrán utilizar, descongestionando y mejorando los accesos actuales que son insuficientes.

Indudablemente se ha conseguido dotar a Gandia y comarca de instalaciones necesarias que repercutirán favorablemente en la economía, bienestar y prestigio de nuestra ciudad. Los propietarios que cedimos gratis los terrenos, ¿qué tenemos?

Esta situación de absoluto bloqueo y desesperante injusticia resulta que ahora (de manera que nos atrevemos a decir que mágica), puede resolverse de un modo que a todos nos beneficia: a la ciudad, a su ayuntamiento y a los propietarios de los terrenos. Un importante grupo internacional está dispuesto a invertir el suficiente dinero en el polígono para que éste pueda ser finalmente acabado.

Para ello tan solo pide que se amplíen los usos, de industriales a comerciales, usos que desde el principio son los que la ciudad habría requerido, ya que la localización del polígono, junto al centro comercial la Vital y junto a un hospital, hace poco razonable que lo que se vaya a instalar allí sea industria.

Esto permitiría no solo solucionar la injusticia cometida con los propietarios, sino también salvar al ayuntamiento de un quebranto económico tremendo si es él el que al final tiene que finalizar las obras (los propietarios, por supuesto, acabaremos demandándolo judicialmente si esta situación se perpetúa, cosa previsible si dejamos pasar la oportunidad surgida con esta multinacional).

Pero lo más importante que trae este proyecto: revitalizar la economía de la ciudad con la creación de una gran cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos (trabajos que se irán a otras poblaciones de la comarca si este tema no se resuelve), además de la atracción de otras empresas o negocios, que en definitiva repercuten en una mayor actividad comercial y laboral para toda la ciudad. Y sobre todo, lo que aportaría esta solución es que Gandia siga creciendo y siendo la impulsora económica de la Safor, atractiva para los habitantes de otras zonas limítrofes, que acudirán allí donde encuentren una amplia oferta de todo lo que necesiten: comercios, servicios, ocio, etc.

Ante esta oportunidad única, que no se volverá a presentar, pedimos a todos los partidos de la Corporación Municipal gandiense que tengan la altura de miras suficiente para ponerse de acuerdo y llevar adelante este proyecto. Creemos que es el momento de olvidar rivalidades políticas mezquinas, creemos que es el momento de ponerse a pensar en el futuro de la ciudad. Confiamos en ello.