La empresa pública Acuamed, del Ministerio de Medio Ambiente, mantiene en sus planes la construcción de la presa para evitar inundaciones de la rambla de la Gallinera y el río Alfadalí, en Oliva, pero nadie aporta fechas sobre cuándo se podría ejecutar esta actuación, que estaba incluida en el proyecto inicial de laminación de la rambla, y que no se ha hecho.
Así lo han podido constatar el alcalde de Oliva, David González, y el concejal de Planificación Urbanística, Blai Peiró, tras entrevistarse en Madrid con el nuevo director general de Acuamed, Francisco Baratech, quien les transmitió que el convenio entre esta empresa y el Ministerio de Medio Ambiente para terminar el proyecto global contra inundaciones de la Gallinera «sigue vigente».
González y Peiró no solo exigieron ante los responsables de Acuamed que se ejecute una obra que consideran fundamental para el futuro de Oliva, sino que aprovecharon las recientes inundaciones y desbordamientos ocasionados por las fuertes lluvias de diciembre pasado para entregarle a Baratech un completo dosier de lo ocurrido.
Según señaló el ayuntamiento, Acuamed, una de las empresas públicas salpicadas por casos de corrupción política, aún no ha tomado una decisión sobre el diseño el dique de laminación de la Gallinera para garantizar su seguridad. Esa obra, que se ubicaría en el límite de los términos de Oliva y l'Atzúbia, podría ser recta, llamada «de gravedad», como la que se hizo en Terrateig para laminar el río Vernissa, o en forma de arco, mucho más resistente. Esta última es la que apuntaban algunos estudios, debido a que, en el punto elegido para levantar el dique el suelo es muy inestable.
Según señaló ayer el alcalde de Oliva, el compromiso del director de Acuamed es que el próximo abril se resuelva al contrato con la UTE que ejecutó una parte del proyecto y que, a partir de ahí, se redacte el modificado del proyecto para que la presa de laminación se haga cuanto antes. Oliva, añadió González, adoptará cuantas medidas estén a su alcance para que el Gobierno de España no dé por finalizado el proyecto sin que antes se construya la presa de laminación prevista.
Como informó este periódico, tanto el pasado mes de diciembre como tras las intensas lluvias de enero, la rambla de la Gallinera se desbordó en su tramo final. Los técnicos que redactaron todo el proyecto contra inundaciones estimaban que eso habría sido mucho más difícil si la presa también se hubiera hecho. Los vecinos de la zona también exigen que Acuamed cumpla íntegramente con su compromiso.
