Que la temporada del retorno a la LEB Plata iba a ser complicada para Hispagan ya lo sabían jugadores, técnicos, dirigentes y afición del club gandiense. Una buena prueba de ello es que, con lo caras que están las victorias en esta categoría, el conjunto de Víctor Rubio aún no ha podido «acomodarse» en la tabla clasificatoria, es decir, escapar de la zona de descenso. Tanto es así, que si ahora mismo terminase la liga, Hispagan descendería a la EBA porque bajan los cuatro últimos y Units pel Bàsquet es cuarto por la cola, a un triunfo de la salvación.

Pero como dice el propio Víctor Rubio «que nadie tenga ninguna duda de que vamos a pelear a muerte para mantener esta categoría».

La verdad es que hay motivos para el optimismo y, aunque no se puedan echar las campanas al vuelo, este Hispagan de febrero es bastante mejor equipo que hace un mes. La llegada de dos jugadores como Forbes y Otero ha beneficiado a todos, ya no solo por su calidad baloncestista sino por su caudal humano e implicación.

El equipo, al que aún se puede incorporar un tercer y definitivo refuerzo tras descartarse el fichaje del jugador que estaba a prueba, ha logrado en las dos últimas semanas ganar fuera de casa por primera vez en la temporada y encadenar dos triunfos consecutivos con un juego solvente.

Hispagan Units pel Bàsquet puede superarse a si mismo este sábado que viene día 18 de febrero porque vuelve a jugar en casa -su rival será el Valladolid- con la oportunidad de sumar una tercera victoria seguida que le impulse hacia fuera de la zona de peligro. El camino ya está trazado, solo hay que seguirlo.