Al entrar en la sala de exposiciones situada en la planta baja de la Casa de la Marquesa de Gandia a alguien puede darle la sensación acceder a un supermercado. A ambos lados de la puerta ya está operativo un arco de seguridad como aquellos que lanzan su pitido en el caso de que alguien intente robar algún objeto.
Ese es justamente el objetivo que se ha marcado el departamento municipal de Cultura, que no quiere volver a sufrir un sobresalto como el ocurrido el pasado mes de noviembre. Entonces una mujer de Gandia escondió debajo de su ropa y se llevó de ese lugar un cuadro de Rosa Mascarell perteneciente a la exposición «Les dones d'Ausiàs March» valorado en cerca de 1.200 euros, dado que estaba realizado con elementos de oro de 24 kilates. La obra fue recuperada por la policía y la autora del robo detenida gracias a que un funcionario municipal apreció que había vuelto a la misma sala de la que se había llevado el cuadro, algo que supo por las cámaras de seguridad instaladas.
El concejal de Cultura de Gandia, Joan Muñoz, señaló ayer a este periódico que desde la pasada Navidad se empezó a instalar el sistema contra robos en este lugar y, sin querer revelar otros elementos de protección de para no dar pistas a posibles ladrones, el arco instalado activará su pitido de alerta cuando una pieza expuesta allí se sitúe en su campo de detección. Para ello, todos los objetos llevarán oculto un pequeño dispositivo que activará el sistema.
Por un lado, el ayuntamiento estará más tranquilo, pero también los artistas que expondrán, muchos de los cuales exigen condiciones de seguridad.
En estos momentos la Casa de la Marquesa acoge la exposición de concurso nacional de fotografía de la Semana Santa de Gandia.
