Albergar el portal de transparencia en un servidor propio es la mejor opción y la más barata para los ayuntamientos, ya que evita depender de una empresa externa casi de por vida. Los expertos también recomiendan utilizar soluciones basadas en código libre, es decir, instrumentos que no les supongan al municipio demasiados gastos en licencias por el uso de los programas. De esta forma los ayuntamientos, una vez instalado el portal, son los dueños absolutos de la gestión y controlan el acceso a la información que generan ellos mismos.

En muchas ocasiones las empresas apenas cobran por diseñar y activar un portal de transparencia, pero el negocio está en que se trata de programas creados por esa compañía, a la que el ayuntamiento siempre tendrá que recurrir cuando quiera actualizar versiones o tenga alguna duda.

Nutrir de contenido estas plataformas digitales es algo que pueden hacer técnicos municipales, tras una pequeña formación, y lo ideal sería recurrir a una empresa externa para el mantenimiento de forma voluntaria y no por obligación.

En el caso de la Generalitat, el nuevo Consell apostó por un portal de datos abiertos basado en «software» libre, que además contribuye al conocimiento compartido. La página «GVA Oberta» tiene cinco categorías principales: El Consell, Organización de la GVA, Servicios a la Ciudadanía, Cifras, y Ordenación, urbanismo y medio ambiente.