Si aciertan quienes entienden de fallas, en Gandia la partida en la máxima categoría se va a jugar este año entre los monumentos que presentan dos comisiones. Por una parte la de la Plaça del Prado y, por otra, la de la Vilanova. Con un día de retraso los artistas y miembros de ambas comisiones trabajaban intensamente en el montaje, dado que, si no hay cambios de última hora, a las 9 de la mañana del jueves el jurado calificador pasará para su deliberación.

Para que todo esté a punto en su hora, en la gran plaza del Prado y en la confluencia de las calles Sant Francesc de Borja y 9 d'Octubre se trabajaba para recuperar la jornada del lunes, marcada por la intensa y persistente lluvia que impidió llevar a cabo las primeras labores del montaje. Afortunadamente, y contradiciendo las previsiones meteorológicas, el buen tiempo ya se impuso desde la noche del martes, y las labores se pudieron retomar con total normalidad.

En el primer caso, la comisión del Prado juega con la ventaja de disponer de un enorme espacio que, sin un elevado coste económico, se puede rellenar con elementos de mucho volumen, ensalzando las figuras centrales, lo que, sin duda, le da la espectacularidad que casi siempre ha presentado la gran ganadora de la última década en esta ciudad.

En la Vilanova, en cambio, su baza no puede centrarse tanto el volumen, dado lo reducido del espacio y la proximidad a los edificios de viviendas, sino en la calidad y la composición de los ninots y las piezas grandes que, necesariamente, se tienen que acoplar a las dimensiones de la calle.

Claro está que, más allá de lo que ayer se podía ver y de las habladurías, en Màrtirs, también de la sección Especial, tampoco dan la batalla por perdida y ayer trabajaban intensamente para tenerlo todo a punto. Mercat, por su parte, no tiene muchas esperanzas después de la campanada que dio el año pasado, desbancando al Prado del primer premio tras una década de supremacía.

Y no solo en esos lugares la actividad era intensa. En muchos puntos de la ciudad de Gandia los artistas apuraban para organizar su tiempo y, con horas extra, poder cumplir sus compromisos, dado que algunos de ellos entre hoy y mañana también tienen que responder en otras localidades.

A partir de esta noche Gandia ya olerá a fallas por los cuatro costados. La «nit de la plantà» constituye el arranque del tramo final de las fiestas. Los cuatro días más intensos, prácticamente con actividad las 24 horas del día, que concluirá con la «cremà» de los monumentos la noche del domingo próximo.

A partir de ahora la previsión meteorológica anuncia un bajísimo riesgo de lluvia, de manera que, salvado el susto inicial, la fiesta de las fallas toma la calle con todo su protagonismo.