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Tavernes reduce a la mitad el tamaño y coste de la depuradora que se pensó para los PAI

El Ayuntamiento ha presentado a la Epsar el proyecto, en el que rebaja de 36,5 a 22,7 millones de euros el precio de construcción de la infraestructura - El anterior diseño preveía dar servicio a 94.000 habitantes y el actual lo deja en 42.000

Tavernes reduce a la mitad el tamaño y coste de la depuradora que se pensó para los PAI

El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna ha remitido a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), dependiente de la Generalitat, y a la Confederación Hidrográfica del Júcar, del Estado, el proyecto de la nueva depuradora que abastecerá en un futuro al municipio. Este reduce a la mitad, tanto en tamaño como en coste, la infraestructura que tenían planeada el anterior Consell del PP y el exalcalde del mismo partido, Manolo Vidal, cuando se anunció su construcción hace ya algunos años.

El Gobierno local de Tavernes tomó hace tiempo la decisión de redimensionar la futura depuradora aconsejado por la propia Generalitat. De ese modo, resulta mucho más viable que se pueda ejecutar, debido a la realidad económica por la que atraviesan las arcas autonómicas.

No en vano, el precio de construcción baja de los 36,5 millones de euros que estaba previsto a los 22,7 en los que se quedaría si la administración autonómica da vía verde definitiva al nuevo diseño que ha elaborado una empresa externalizada contratada por el consistorio vallero.

La gran diferencia se encuentra en que la primera estaba pensada para dar servicio hasta 94.000 habitantes, cuando Tavernes tiene 17.000 y como mucho duplica su población en verano. Esto tiene un motivo. Tanto el PP local como el autonómico soñaban entonces con que se desarrollaran dos megaproyectos urbanísticos, La Vall del Mar y Granata Golf, en los que estaban prevista la construcción de miles de viviendas.

El actual proyecto de la depuradora, en cambio, contempla abarcar una población de 42.000 habitantes, sin duda una cifra mucho más realista en la actual coyuntura del municipio, que incluiría también el servicio que se precisa en la playa durante el verano y en la que también estaría previsto el desarrollo de sectores como el 16 y 17, ambos en la costa.

Así, el nuevo diseño apunta la construcción de la depuradora en la zona del Tancat, entre el camino que lleva este nombre y la séquia la Bova. El coste de construcción de la instalación en sí sería de 14,5 millones de euros, mientras que otros ocho estarían destinados a habilitar los colectores que transportarían las aguas residuales hacia el nuevo centro.

Este proyecto contempla el desmantelamiento de las tres depuradoras actuales, que se convertirían, con la puesta en marcha de la nueva infraestructura, en estaciones de bombeo.

El proceso hasta el inicio de las obras es largo. Primero, tanto la Epsar como la CHJ deben aceptar el proyecto sin necesidad de realizar ninguna modificación. Mientras, el Ayuntamiento iniciará los trámites para lograr la autorización de vertidos e iniciar la redacción del plan especial urbanístico que permita expropiar los terrenos necesarios para la construcción. Ahí es donde acabaría la parte que le toca al consistorio, puesto que la fase de ejecución y el pago de las obras corresponde a la Generalitat.

Tavernes juega con el reloj en contra. Y es que, la construcción de esta depuradora es primordial para el desarrollo del sector 17, conocido como Marenys 2A. Esta zona, ubicada al sur de la playa, está afectada por el Pativel, el plan de protección de litoral que pretende aprobar el Consell y que obliga a desarrollar en un máximo de cinco años aquellos PAI próximos a la costa que estén aprobados.

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