Decenas de personas de Gandia despidieron ayer al médico y ginecólogo Carlos Peñín Ibáñez, fallecido el lunes a la edad de 73 años al no poder superar un cáncer que se le había diagnosticado un año antes.
Peñín se preciaba de ser una de las personas más conocidas de Gandia, dado que, por su profesión, participó en cientos de partos durante las décadas que estuvo trabajando en el hospital Francesc de Borja de Gandia.
Su profesión ya le llegó determinada por familia. Su padre, Saturnino Peñín, fue destinado a Gandia para abrir el Centro de Higiene, equivalente al actual centro de salud comunitaria, y echaría raíces en esta ciudad.
Carlos Peñín, hermano del también conocido arquitecto Alberto Peñín, estudió Medicina en la Universitat de València, y después permaneció casi cuatro años en Inglaterra, donde se especializó en el área de la ginecología. Con sus credenciales, regresó a Gandia justo cuando abrió el hospital Francesc de Borja, donde, con otros profesionales, se puso al frente de los paritorios.
Su hermano Alberto recordaba ayer a este periódico que dos son los aspectos que, con la experiencia que adquirió en el extranjero, se planteó llevar a cabo desde un primer momento en Gandia. Por una parte, rebajar el número de partos que se desarrollaban mediante cesáreas, y, de hecho, las redujo a la mitad. Por otra, conseguir que un parto, salvo complicaciones, no excediera de un periodo de 20 minutos, algo que también conseguiría en la mayoría de los casos.
En el triste momento de su despedida, muchas familias de Gandia recordaban ayer que fueron las manos de este ginecólogo quien trajo al mundo a media ciudad.
Carlos Peñín, que se jubiló hace unos años tras toda una vida dedicada a la ginecología, estaba casado con Pilar Fuster, con quien tuvo tres hijos: Carlos, Cira y Ana, que ayer recibieron el pésame de muchos amigos. El funeral tendrá lugar a las 12 del mediodía de hoy, miércoles, en el tanatorio Mondúber de Gandia.
