La Autoridad Portuaria de València (APV) dará mañana viernes un nuevo paso en el proyecto para que los trenes de mercancías vuelvan a entrar en el puerto de Gandia, algo que no ocurre desde hace cerca de quince años, cuando se bloqueó la vía a la altura del apeadero de viajeros del Grau y se apostó por el camión como medio de transporte para las mercancías de los buques.

Según informó ayer la APV, el Consejo de Administración de ese organismo, que se reúne mañana, aprobará las condiciones que exigirá para que los trenes puedan prestar servicios comerciales en los tres puertos de su competencia, que son los de Gandia, València y Sagunt.

Como en su día informó este periódico, en el caso de Gandia la iniciativa surge de la empresa Dehorsa que, atendiendo al criterio de reducir costes en el transporte de mercancías, solicitó autorización para poder llevar materiales desde y hacia los muelles de carga. En esta propuesta habría pesado especialmente la petición de una multinacional dedicada a la fabricación de tableros de madera interesada en transportar materiales desde su central, situada en Valladolid, aunque una vez abierto el tráfico ferroviario se podría usar para cualquier tipo de productos.

Las condiciones en las que los trenes circularían por el tramo de 800 metros que van desde los muelles hasta el actual apeadero de Renfe del Grau aún están por determinar. En primer lugar, se tendrían que acondicionar los raíles y decidir si se prolonga la catenaria que suministra energía eléctrica a las locomotoras o si, como alternativa, se opta por máquinas diésel para las operaciones de entrada y salida del puerto.

Otro aspecto que se tendrá que fijar es el horario y las condiciones de seguridad en el tráfico ferroviario, dado que, pasado tanto tiempo sin trenes, la vía y su entorno se han convertido en un espacio urbano muy transitado, e incluso adaptado para uso y disfrute de los ciudadanos, como ocurrió la pasada legislatura con la apertura de la plaza de les Vies.

Cierto es, también, que todas esas actuaciones que han afectado a la vía férrea o a su entorno han tenido que cumplir con las condiciones del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que debían garantizar que, cuando así se decida, los convoyes puedan volver a transitar por ese tramo.

Las previsiones iniciales apuntan a la posibilidad de que en el puerto entren unos tres o cuatro trenes a la semana, algo que podrían hacer en el horario más apropiado para no interrumpir el tráfico, y siempre a paso de peatón, de manera que el riesgo sería mínimo. Con el tiempo, y siempre dependiendo de la evolución, se podría incrementar el tráfico.