La investigación por la muerte de Alejandro Pavía, un joven de 24 años natural de Villalonga, en una pelea en Xaló, ha dado un giro radical. La autopsia descarta la hipótesis que hasta ahora había tenido más fuerza. El análisis forense no atribuye la muerte del joven a la patada que recibió en la cabeza cuando estaba en el suelo, derribado por los puñetazos que le propinaron los tres jóvenes que se enzarzaron con Alejandro y sus dos amigos de la Safor. La autopsia, según fuentes cercanas al caso, no observa relación directa entre los golpes y el óbito. Concluye que el joven de Villalonga falleció de «muerte súbita por causas desconocidas».

Los testigos de la pelea, que ocurrió la medianoche del domingo en el aparcamiento del pub Tallarina de Xaló, aseguraron que tres chavales residentes en Benissa se enzarzaron a puñetazos y patadas con los tres jóvenes de la Safor. Al parecer ya habían discutido dentro del local y tenían cuentas pendientes. Los chicos de Benissa, dos menores de edad marroquíes y un adulto rumano, derribaron a dos de sus contendientes. Uno se pudo levantar (resultó herido), pero Alejandro Pavía quedo tirado en el suelo y, en ese momento, según los mismos testigos, recibió una patada en la cabeza. De ahí que se sospechara, en un primer momento, que ese último golpe fue mortal.

Este diario habló con el propietario del Tallarina, Alex Watkinson, quien estaba cerrando su negocio cuando escuchó el barullo de la pelea. Indicó que el joven de Villalonga «se fue al suelo y allí se quedó». Junto a una chica con nociones de primeros auxilios, intentó durante una media hora reanimar al chaval, labores que luego prosiguieron el médico y sanitarios del SAMU. Pero todos los esfuerzos fueron en balde.

La Policía Judicial de la Guardia Civil no tardó en identificar a los tres chavales de Benissa. El caso lo lleva el juzgado número 2 de Dénia, que ha tomado declaración a numerosos testigos. Uno de los menores declaró ayer en la Fiscalía de Menores de Alicante. El adulto también debía declarar ayer u hoy. Al final, según fuentes del caso, la investigación se centra en uno de los menores y en el joven rumano. Ambos están detenidos.

La Guardia Civil también dispone de las imágenes de las cámaras de seguridad del Tallarina. La investigación se está llevando con mucha cautela dado que hay menores implicados y, como ha constatado ahora la autopsia, el caso no está tan claro como al principio se pensaba.

Alejandro fue enterrado el martes en Villalonga. Al funeral acudieron cientos de vecinos. Muchos jóvenes expresaron su dolor y rabia.