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Sector immobiliario

La venta de viviendas registra el mejor dato desde antes de la crisis

La comarca cierra el ejercicio con 2.652 operaciones de compraventa, un 19 % más que el año anterior, la cifra más alta desde el año 2008. Las transacciones se hicieron en su mayoría en Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna

Un cartel indica que una vivienda, ubicada en plena plaza Major de Gandia, está en venta. MARIA SENTANDREU

¿Se está generando una nueva burbuja inmobiliaria? La pregunta no es fácil de responder pero lo cierto es, y así lo corroboran las informaciones que publica este periódico sobre la situación, por ejemplo, que en la ciudad de València el la venta de viviendas se encuentra en pleno despegue de la recuperación tras una larga travesía en el desierto.

Si se acotan las cifras a la comarca de la Safor se aprecia que en los últimos seis años la compraventa de viviendas no ha dejado de crecer y ha pasado de las 1.496 del año 2011 a las 2.652 del pasado ejercicio. No en vano, en 2016 se registró el mejor dato de operaciones inmobiliarias desde antes de la crisis.

El 2008, el primer año completo de estallido de la burbuja inmobiliaria, se formalizaron a final de año un total de 2.973 contratos de compraventa. Ya el siguiente ejercicio esa estadística bajó a algo más de 2.500 e inició una tendencia negativa que le llevó a tocar fondo dos años después, en 2011, con esas 1.495, en el que fue, sin duda, el peor año para el sector.

Los buenos números del pasado año no son casualidad. En los cuatro trimestres en los que el Ministerio de Fomento divide las estadísticas que ofrece, se registraron datos sustancialmente mejores que en los ejercicios anteriores. De hecho, como en su día publicó este periódico, el periodo entre marzo y junio de 2016 se cerraron el mayor número de operaciones en un mismo trimestre en casi diez años, con 857.

Es cierto, eso sí, que más de un 90% de las operaciones de compraventa que se llevan a cabo son de viviendas de segunda mano, lo que significa que aún quedan en manos de las entidades bancarias o de la Sareb un gran número de pisos y casas procedentes de ejecuciones hipotecarias.

Precisamente, el hecho de que los propios bancos hayan abierto el grifo del crédito ha animado a muchos a lanzarse a adquirir una vivienda. Eso se suma a las agresivas campañas de promoción que usan estas entidades para deshacerse de los activos inmobiliarios que asumieron cuando estalló la crisis económica, unas hipotecas a las que muchas familias no pudieron hacer frente.

Un dato que viene a certificar las buenas cifras del pasado año es que la capital de la comarca, Gandia, volvió a superar las 1.000 operaciones en un mismo ejercicio, algo que no se lograba desde ese mismo 2008. También Oliva se ha apuntado una cifra récord con 756 viviendas vendidas, el mejor dato de su historia. El causante de este incremento es el segundo trimestre, cuando, según las estadísticas, se alcanzaron las 337 operaciones, muy por encima de, por ejemplo, de todo el año 2014 (con 310), o el 2011 (241). Tavernes de la Valldigna alcanzó uno de sus registros más elevados con 182.

En el lado opuesto se encuentran municipios como Llocnou de Sant Jeroni, donde hace dos años que no se vende una sola vivienda, o Almiserà, donde a lo largo de 2016 solo se registró una.

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