? La empresa Abertis no prevé que el Gobierno le renueve automáticamente la gestión de las autopistas de España que actualmente están próximas a cumplir su plazo de concesión, según indicó ayer el presidente de la compañía, Salvador Alemany.

«El efecto social de un alargamiento no sería nada deseable, ningún político lo querría afrontar y las concesionarias tampoco estamos por soluciones impopulares», indicó Alemany en la rueda de prensa anterior a la junta de accionistas del grupo, primer operador de autopistas del país.

En los próximos años concluyen los plazos de concesión para los que se adjudicaron las primeras autopistas que se construyeron en España. Se trata de la AP-1 (Burgos-Armiñón), de la AP-7 (Tarragona-Alicante), de la AP-4 (Sevilla-Cádiz), dos tramos de la AP-7 (la Jonquera-Barcelona) y la AP-2 (Zaragoza-Mediterráneo).

Alemany llamó al Gobierno a aprovechar este próximo vencimiento de las vías de pago para definir su modelo de carreteras de alta capacidad. El presidente de Abertis señaló lo «complicado» de la situación por las reticencias que tienen los políticos al renovar las concesiones de peaje y al hecho de que Bruselas no es proclive a alargar concesiones, sino a licitar de nuevo el contrato de concesión de estas vías de alta capacidad.

En el caso de la Comunitat Valenciana y de la Safor, ayuntamientos y otras instituciones han reivindicado insistentemente la gratuidad de la autopista AP-7 como alternativa a una colapsada nacional 332 que atraviesa y contamina muchos cascos urbanos.