A destacar el enorme aplauso de la afición a Palomares cuando salió al terreno después de estar siete meses sin jugar por una grave lesión. Un jugador querido y que se hace querer por todos aficionados y compañeros.

En la primera se vio un Pego más intenso en juego que le permitía dominar el partido, adelantándose a los locales y lanzándose sobre el portal de Xumi, aunque sus remates no generaban mucho peligro.

Pese a eso, el equipo local, que se veía desbordado, se adelantó en el marcador con un golazo de Víctor en la primera ocasión que llegó al área visitante, y encima pudo poner el 2-0 en un remate de Talens que no encontró portería.

Aun así, el Pego, que no se vino abajo, dominó y más que los locales, superados una y otra vez. Fruto de ello los dos goles conseguidos por los visitantes en jugadas que les permitieron adelantarse en la primera mitad.

La segunda parte se presentaba emocionante y el Tavernes sabía que debía mejorar para darle la vuelta al partido. Así fue, aunque el Pego tuvo la primera ocasión en el 47, pues Esteban obligó al portero local a hacer una buena parada. A continuación Pomer no acertó en inmejorable posición. El partido era un toma y daca, con un Tavernes que poco a poco dominaba, agobiando a los visitantes, que se defendían como podían y que causaban muchas pérdidas de tiempo, lo que hizo que el partido se alargara hasta el noventa y nueve.

Cuando las cosas se ponían difíciles vino el empate de Joan que salvaba un punto a falta de 4 minutos. Pero los locales no se conformaron y el Pego en uno de sus ataques tuvo una clara ocasión.

En la siguiente jugada en un barullo en el área visitante Pomer, siempre atento, puso 2-3 en el marcador ante la alegría de afición y jugadores, que no se lo creían, pues el rival estuvo muy bien durante todo el partido, poniendo las cosas muy difíciles.

Esta victoria in extremis dejó claro que no hay enemigo pequeño y que cuando te descuidas puedes pasar apuros. El Tavernes continua con su buena racha de resultados.