Si hay voluntad en el Ministerio de Fomento, a finales de este año, máximo a principios de 2018, se podrían licitar las obras de la nueva carretera de 2,6 kilómetros que, al sur de Oliva, conectará la N-332, la carretera de Pego y la autopista AP-7, algo que permitiría evitar el paso de miles vehículos por la travesía interior de esta localidad.
Fomento anunció ayer el informe ambiental favorable para esa actuación, de manera que se da un paso más para el que sin duda es el proyecto más importante y esperado por los olivenses desde hace años. Aun así, el ministerio no aventura fechas para las obras, que, como muy pronto, podrían arrancar a mediados de 2018. Teniendo en cuenta que no durarán menos de dos años, esa conexión no estará acabada el 1 de enero de 2020, día en que la autopista pasará a ser gratuita y que cumpliría las funciones de ronda de circunvalación de Oliva y de otros municipios de la comarca.
Fomento, de hecho, llega muy tarde porque, aunque en los últimos años ha impulsado este proyecto, los plazos se demoran mucho más de lo comprensible para una obra que sin duda es. Solo este estudio ambiental aprobado ayer ha tardado año y medio en hacerse público cuando las autoridades de Oliva consideran que se habría podido gestionar en solo seis meses. De haberse cumplido el plazo normal, ahora las obras ya estarían en marcha y antes de 2020 la N-332 y la AP-7 habrían estado conectadas por la nueva vía.
Según consta en el proyecto que acaba de salir a la luz, la nueva carretera, que discurrirá aproximadamente entre el cruce de la rambla de la Gallinera con la N-332 y la autopista, a poniente del casco urbano de Oliva, ocupará una extensión de 176.182 metros cuadrados, e incluye varias rotondas y cuatro viaductos para salvar el desnivel y los cauces fluviales que travesará en una zona con algo riesgo de inundación.
En su totalidad, el proyecto prevé una inversión de 28,9 millones de euros, pero en los Presupuestos Generales del Estado de este año, todavía pendientes de aprobación por el Congreso de los Diputados, solo aparece una partida de 100.000 euros, insuficiente siquiera para iniciar las obras. Este dato evidencia que el Ministerio de Fomento no contemplaba la actuación en este ejercicio sino solo a partir de 2018.
Reacciones al anuncio
Ayer mismo, al conocer la publicación del estudio ambiental favorable a la obra, el alcalde de Oliva, David González, se puso en contacto con los representantes de los ministerios de Medio Ambiente y de Fomento para volver a reivindicar el impulso de los trámites administrativos que restan, que consisten en la aprobación definitiva del proyecto y proceder a las expropiaciones, y a subastar las obras. González insistió una vez más en la necesidad de no dejar pasar ni un día sin que se lleven a cabo esos trámites para que el enlace que evitará el paso de miles de vehículos por el interior de Oliva sea realidad cuanto antes.
La primera autoridad municipal también informó a los portavoces de los grupos políticos de la corporación, que celebraron la noticia, aunque no ocultaron sus cautelas debido al largo historial de retrasos que está sufriendo el expediente, y eso pese a que los responsables del Ministerio de Fomento señalan que este es un proyecto «prioritario».
También el delegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, se alegró de este nuevo paso administrativo que acerca en el tiempo la esperada obra. «Se trata de una infraestructura muy demandada en Oliva y en la Safor y ahora se ha dado un paso más para su construcción. Además, el Gobierno ha incluido el nuevo enlace entre la N-332 y la AP-7 al sur de Oliva en los Presupuestos Generales del Estado, una prueba de nuestro compromiso con la zona», indicó Moragues, un buen conocedor de ese proyecto porque él es de Gandia y en multitud de ocasiones ha escuchado de boca del alcalde de Oliva su petición para que presione y nadie se olvide de esta obra fundamental.
