¿Cómo deben afrontar las familias la implantación de la jornada continua y del sistema de plurilingüismo que se avecinan de cara al próximo curso?

Antes que nada, debemos valorar qué suponen estos cambios, que en realidad son avances. La jornada continua, en la Safor, ha sido un éxito. La comunidad educativa se ha manifestado afirmativamente de forma mayoritaria, menos Xeraco, en la totalidad de los centros llamados a la votación y eso que no era fácil porque tenían que votar a favor un 55% del censo. Utilizamos el término jornada continua pero lo más adecuado es jornada flexible, ya que con este nuevo sistema, los escolares tienen un horario que los padres se pueden combinar. De hecho, el horario que no cuadra ni con el padre ni con la madre es recoger al niño a las 12.30. Esa flexibilidad permite combinarse con los niños mucho mejor.

Hay quien dice que es una medida que solo beneficia a los maestros.

Quien dice eso es porque no sabe, porque realmente la jornada continuada la hacen los niños. El profesorado, de hecho, se queja de lo contrario. Primero por el esfuerzo que ha supuesto planificar y organizar todo el proceso de la votación, después porque el profesorado va a hacer las mismas horas. Es más, hay centros en los que las actividades extraescolares las hacen los propios maestros fuera de su horario lectivo. En definitiva, el profesorado debe hacer las mismas horas e incluso más porque las reuniones que ahora se hacen de 12.30 a 13.30 horas serán a partir del próximo curso de 14.30 a 15.30.

¿Qué beneficios tiene para los niños este nuevo horario?

El principal es la conciliación de la vida laboral y la familiar. Cuando hablas con padres que ya han experimentado este cambio así lo aseguran. El niño a mediodía acaba todos los contenidos curriculares y el que se queda hasta las 17 horas realiza otras actividades que ya no requieren ningún esfuerzo mental. Está demostrado que el horario de tarde es mucho menos productivo para los niños. Es más, en esas horas siempre hay asignaturas como plástica u otras en las que el esfuerzo mental es mucho menor porque los niños se duermen en clase. En cambio, con el nuevo horario, el que sale a las 17 horas puede hacerlo con los deberes acabados, se puede ir a otras actividades externas y cuando llega a casa a las 19 horas, por ejemplo,ya lo tiene todo hecho. En definitiva, se logra más vida social y familiar porque lo bueno es que cada familia se lo puede adaptar a su realidad y hacer el horario que más le convenga en diferentes días de una misma semana, combinando comedor, actividades extraescolares o casa. A nivel académico, no está demostrado que mejore el rendimiento ni que lo empeore.

¿El plurilingüismo va a suponer un cambio muy radical para los niños?

Supone un cambio a nivel de organización del centro. El Stepv se ha mostrado muy cauteloso y reticente porque ha sido un decreto muy poco ambicioso para este gobierno. Esperábamos un decreto más claro, donde el valenciano predominara como la lengua vehicular. Solo el hecho de que se mantenga la exención del valenciano en las comarcas castellanohablantes es algo que no esperábamos. Plantean un programa plurilingüe para que las tres lenguas estén al mismo nivel pero lamentablemente no lo están. Ha vinculado la enseñanza y uso del valenciano al inglés. Esto ha supuesto un problema para los centros porque se debe reclamar un requisito al profesorado. Empezó con un B2 de inglés (medio) y el curso y ahora un C1 (avanzado). Los centros no disponen de personal capacitado con ese nivel para impartir asignaturas en inglés. ¿Qué ha pasado? Algunos de centros que a nivel de valenciano podían elegir el avanzado 2 se han quedado en niveles anteriores porque no disponen de profesorado con esa capacidad. La Conselleria debe dotar de formación. Además, el calendario de implantación es inhumano, estamos hablando de 2024.

¿Es discriminatorio como dice el PP?

Lo que es discriminatorio es que un alumno valencianohablante, si se fuera a un colegio de zona castellanohablante no recibiría ningún tipo de enseñanza en valenciano porque su programa lo permite. Nosotros creemos que tanto el alumnado como el profesorado deben tener un nivel exactamente igual en valenciano y castellano. También en inglés pero no puedes vincular la enseñanza de una tercera lengua al de la lengua materna.

La Generalitat está incumpliendo el mapa de infraestructuras educativas.

Me entristece mucho porque debemos invertir más en educación y los centros y la calidad de los centros educativos debe ser un pilar fundamental. El alumnado debe estar en condiciones. Es lamentable que centros como el Tirant lo Blanc, el colegio de la Font, el de Xeraco no se hayan solucionado. También hay algunos centros en barracones, es algo que me entristece. Ya me gustaría que este gobierno, por el que hemos apostado todos, ya lo pusiera en práctica.

El objetivo para 2019 es muy difícil que se logre.

Seguramente. La previsión no pasa por el calendario que ellos mismos habían marcado, y eso es algo básico, porque si hablamos de calidad educativa, el centro educativo es esencial y debe estar en condiciones. Si no lo están, los barracones no eran la solución y tampoco lo son ahora y por tanto debemos quitarlos todos pero ya y si hay que hacer colegios se deben construir.

La concertada tiene muy buena aceptación entre los padres, especialmente en el caso de Gandia ¿Hay margen para que siga conviviendo con el modelo público?

Yo puedo defender nunca la enseñanza concertada. Ese tipo de colegios nació para cubrir una necesidad y ha ido en aumento. Diferentes gobiernos la han potenciado, dando más recursos a la concertada que a la pública y los padres se han aprovechado de ello y han llevado a sus hijos. No ha sido tanto por ideología, sino por comodidad y porque tenían más recursos que la pública. ¿Caminamos hacia un sistema compatible? Yo creo en la escuela pública.

Por ejemplo, en Gandia, la mitad de las escuelas son concertadas. Si se retiran los conciertos, ¿no se estaría privando a la mitad del alumnado de la ciudad de estudiar bajo la opción que han escogido?

De momento, han tenido esa opción. Creer en la educación pública pasa porque nuestros hijos vayan a la educación pública y que todo el mundo vaya a la escuela pública. Estoy seguro que la mayoría de padres no escogen la concertada por una cuestión ideológica o de creencias, sino por comodidad o porque creen que cuenta con mejores recursos que la pública. Deberíamos, como mínimo, repensar el modelo de enseñanza que queremos y estudiar qué hacemos con ese profesorado y ese alumnado. Eso pasa por una decisión de toda la comunidad educativa. No significa que acabemos con la escuela concertada sino pero deberíamos pensar de qué forma combinamos esto y de qué forma, poco a poco se va, ya no digo desmantelando, pero sí convirtiendo, nuestro sistema público de todos y para todos.